
María Gil
El presidente de Estados Unidos y Donald Trump, hizo público en su red social x un dato que la presidenta Claudia Sheinbaum no mencionó sobre la llamada que sostuvieron sobre el acuerdo para evitar la entrada en vigor de aranceles del 25%: el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera norte no solo servirá para frenar el tráfico de fentanilo, sino también para detener a migrantes indocumentados.
Trump calificó la conversación con Sheinbaum como “muy amistosa”, destacando que la presidenta aceptó de inmediato enviar 10,000 soldados mexicanos a la frontera con Estados Unidos para contener tanto el flujo de drogas como el de personas que buscan cruzar ilegalmente.
Trump calificó la conversación con Sheinbaum como “muy amistosa”, destacando que la presidenta aceptó de inmediato enviar 10,000 soldados mexicanos a la frontera con Estados Unidos para contener tanto el flujo de drogas como el de personas que buscan cruzar ilegalmente.

Por su parte, en el anuncio oficial de Sheinbaum, la mandataria solo mencionó que la presencia de la Guardia Nacional sería para combatir el tráfico de fentanilo. Más tarde, en su conferencia matutina, amplió la información señalando que también sería para frenar otras drogas, pero en ningún momento hizo referencia a la migración.
Este contraste en las versiones ha generado dudas sobre la transparencia del acuerdo y las verdaderas condiciones que aceptó México para evitar los aranceles. Mientras Trump celebra la cooperación de Sheinbaum para reforzar su agenda antiinmigrante, en México queda la incógnita de hasta dónde se comprometió el gobierno con Estados Unidos en materia migratoria.