.jpg)
El actor fue hallado sin vida en su jacuzzi; un médico lo habría inyectado personalmente días antes con una droga potente y peligrosa
Los Ángeles, California.— La trágica muerte de Matthew Perry, ícono de la televisión por su papel en Friends, sigue arrojando sombras. Esta semana, un médico californiano aceptó su responsabilidad por haber suministrado ketamina al actor semanas antes de su fallecimiento. Ahora enfrenta una posible condena de hasta 40 años de prisión.
Se trata de Salvador Plasencia, de 43 años, quien operaba una clínica privada en Calabasas. De acuerdo con la investigación federal, no solo recetó ketamina sin justificación médica, sino que acudió personalmente a la casa del actor —y hasta a un estacionamiento— para inyectársela.
La ketamina es una droga con usos médicos y terapéuticos controlados, pero también puede ser extremadamente peligrosa. En el caso de Perry, el forense del condado de Los Ángeles concluyó que murió por “efectos agudos” de dicha sustancia, combinados con buprenorfina (opioide), enfermedad cardíaca y ahogamiento. Fue encontrado boca abajo en el jacuzzi de su hogar el 28 de octubre de 2023.
Entre septiembre y octubre de ese año, Plasencia habría entregado al actor al menos 20 viales de ketamina, pastillas parcialmente consumidas y jeringas, según documentos oficiales.
Con esta declaración de culpabilidad, Plasencia se convierte en el cuarto implicado en el caso. Aún no hay una fecha para su juicio, pero la pena podría incluir hasta dos millones de dólares en multas y décadas tras las rejas.
La noticia ha estremecido a los seguidores del actor, quien durante años habló abiertamente sobre su lucha contra las adicciones. Hoy, su muerte no solo duele, sino que también deja al descubierto los peligros de prácticas médicas irregulares y el uso indebido de tratamientos psiquiátricos alternativos.
Perry, quien era más conocido por interpretar a Chandler Bing en la comedia Friends, había estado recibiendo infusiones de ketamina en las semanas previas a su muerte.
