Entre los edificios que cuentan la historia de Pachuca con solo mirarlos, el Antiguo Banco Hidalgo se lleva las palmas. Situado frente a la emblemática Plaza de la Independencia, este imponente inmueble, hoy conocido como Edificio Bancomer, es mucho más que piedra y cantera: es un pedazo vivo de la época porfirista, donde la elegancia neoclásica y la influencia francesa siguen dejando sin aliento a quienes pasan frente a él.
- Más de un siglo de historia entre columnas y mascarones
Todo comenzó en febrero de 1902, cuando se otorgó la concesión oficial al Banco de Hidalgo S.A.. Ese mismo año, el 1 de noviembre, iniciaron operaciones en un edificio pensado para reflejar el poder financiero de la región minera. ¿Su creador? El ingeniero y arquitecto Ernesto Fuchs, de origen alemán, quien no escatimó en darle un diseño monumental, digno de cualquier capital europea.
A lo largo del siglo XX, este edificio no dejó de reinventarse: albergó al Banco Mercantil, al Banco Hidalgo, se convirtió brevemente en el Hotel Niágara en 1929 y, desde 1943, ha operado como una sucursal de BBVA Bancomer.
- Arte y poder en piedra de cantera
El Antiguo Banco Hidalgo es una obra maestra del neoclásico afrancesado, un estilo que floreció con fuerza durante el Porfiriato. Construido en cantera de tonos cafés, su fachada deslumbra con columnas corintias, mascarones de león, guirnaldas y frontones que parecen sacados de un palacio europeo. Es, sin duda, una de las fachadas más imponentes del centro histórico.
Aunque el interior ha sido modificado con los años, el exterior permanece como testigo fiel de su época. Y no solo eso: es considerado uno de los edificios más valiosos del primer cuadro de la ciudad.
- Un punto obligado en tu paseo por Pachuca
Ubicado en Plaza de la Independencia #114, Colonia Centro, el edificio forma parte del corredor patrimonial de Pachuca, junto al Reloj Monumental y otros más de 500 edificios históricos. Toda esta zona fue declarada de valor cultural por su concentración de arquitectura civil y religiosa.
En 2012, el edificio fue restaurado a fondo: se hicieron levantamientos fotográficos, arquitectónicos y labores de conservación para mantenerlo tan majestuoso como hace más de 120 años.