
María Gil
18 de agosto de 2025
Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, publicó este lunes una carta para desmentir las versiones que la situaban en Madrid, residiendo en la exclusiva urbanización de La Moraleja junto a su hijo Jesús Ernesto. En el texto, asegura que no ha dejado México y que continúa dedicada a la docencia e investigación en una universidad pública del país.
La académica señaló que es “independiente de la política” y que, desde hace décadas, su labor se centra en la investigación y enseñanza. “No me he ido a vivir allá ni a ningún otro lado. Tampoco Jesús Ernesto”, escribió, insistiendo en que su familia sigue en territorio mexicano.
Más allá de la aclaración, la carta revela un tono combativo y cargado de reproches contra la prensa que difundió la información. Gutiérrez Müller califica a los medios como “calumniadores profesionales de la derecha más rancia y corrupta” y aprovecha el espacio para exaltar la figura de su esposo, a quien describe como un “loco hermoso” que ha devuelto el poder al pueblo de México.
El mensaje, sin embargo, deja más preguntas que certezas. Por un lado, evita mencionar directamente la investigación del diario español ABC, que detalló el presunto traslado de la familia presidencial a un barrio exclusivo de Madrid. Por otro, su discurso se centra más en la defensa del presidente y en atacar a la prensa, que en ofrecer pruebas concretas de su permanencia en México.
En medio de la polémica, el escrito refuerza una constante del lopezobradorismo: negar las acusaciones con un tono victimista, atacar a los críticos y blindarse con un discurso moralizante. Una estrategia que, lejos de aclarar por completo las dudas, termina alimentando la percepción de que la distancia entre el “pueblo pobre” y sus líderes cada vez se hace más evidente.