Fátima Bosch, originaria de Teapa, Tabasco, se coronó como Miss Universo 2025 en una ceremonia celebrada en Tailandia, marcando un momento de orgullo nacional y un paso decisivo en la evolución de los certámenes de belleza. Con su triunfo, México suma su cuarta corona en la historia del concurso.
Durante la gala, Bosch destacó por su presencia firme y segura. Lució un traje rojo con detalles dorados en la pasarela de noche y cautivó al jurado con un mensaje centrado en el liderazgo y la sororidad. En su intervención final, afirmó: “Como mujer y como Miss Universo, quiero alzar mi voz y ponerla al servicio de los demás. Somos mujeres que debemos pararnos con valentía, porque las que se atreven a pararse hacen historia.”
El camino de Fátima hacia la corona estuvo marcado por controversias que pusieron a prueba su temple. Días antes del certamen, protagonizó un incidente con el directivo tailandés Nawat Itsaragrisil, quien la reprendió públicamente por presuntamente no participar en actividades promocionales. Bosch denunció el hecho como una falta de respeto y exigió un trato digno para ella y para todas las concursantes. Su postura generó un movimiento de apoyo entre varias participantes, quienes abandonaron un evento en señal de solidaridad, lo que avivó el debate sobre el trato hacia las mujeres en estas plataformas.
La organización de Miss Universo y diversas voces públicas respaldaron la reacción de Bosch, subrayando la importancia de mantener estándares éticos en la industria. El episodio no afectó su desempeño; por el contrario, reforzó su imagen como una mujer resiliente, auténtica y dispuesta a defender sus principios.
Hoy, con la corona sobre su cabeza, Fátima Bosch promete utilizar su nueva plataforma para inspirar a niñas y jóvenes a reconocerse como suficientes y valientes. Su triunfo, más allá de lo estético, representa un mensaje claro: la belleza también es fortaleza, integridad y decisión.
