El tifón Kalmaegi ha dejado una estela de destrucción en su paso por Vietnam y Filipinas, donde las autoridades reportan al menos 40 muertos y seis desaparecidos en territorio vietnamita, además de 26 fallecidos en Filipinas debido a las lluvias torrenciales e inundaciones sin precedentes.
En Vietnam, las precipitaciones alcanzaron niveles históricos: 1.7 metros de lluvia en apenas 24 horas, un récord nacional que provocó el desbordamiento de ríos y graves afectaciones en las provincias de Hue, Da Nang, Lam Dong y Quang Tri. Varias localidades permanecen incomunicadas y los equipos de rescate trabajan en condiciones extremas para evacuar a miles de personas.
El Ministerio de Medio Ambiente y Gestión de Desastres advirtió que el tifón —el decimotercer fenómeno de este tipo en 2025— podría intensificarse al tocar tierra nuevamente el próximo viernes. Expertos señalan que el cambio climático está incrementando la frecuencia y severidad de estos eventos meteorológicos en el sudeste asiático.
En Filipinas, los efectos del temporal también han sido devastadores. Las inundaciones en la isla de Cebú destruyeron viviendas y carreteras, y arrastraron autos, camiones e incluso contenedores portuarios. “La situación no tiene precedentes”, declaró la gobernadora Pamela Baricuatro, quien informó que cayeron 183 milímetros de lluvia en un solo día, superando ampliamente el promedio mensual.
“Esperábamos que el viento fuera el peligro, pero el agua ha sido lo más letal”, añadió Baricuatro. Entre las víctimas se encuentran niños y adultos mayores, mientras miles de familias han tenido que abandonar sus hogares.
Con vientos de hasta 150 kilómetros por hora, Kalmaegi continúa su avance por el Pacífico occidental, dejando a su paso una de las emergencias climáticas más graves del año para la región.
