Por Virgilio Guzmán Valdez
Twitter: @02virguz10
En el Estado de Hidalgo adolecemos
de una Ley o una política sobre el tema de la cultura, pese a que han habido
propuestas en las más recientes tres legislaturas, con el fin de consensar,
discutir, analizar una iniciativa, no solo se han llevado a la Cámara de
Diputados, sino, se han entregado algunas propuestas al ejecutivo para contar
con una política cultural planificada, definida y sobre todo atienda todos los
factores de la creación y el arte, que no necesariamente tenga que ser del
gusto de quién este en ese momento en el gobierno para apoyar o no esta área
tan indispensable, sino, que sea una norma de los hidalguenses para contar con
este instrumento legal y tan necesario para garantizar siempre la difusión, promoción
y el fomento del arte y la cultura y su vigilancia y transparencia por parte de
un órgano rector que sea muy representativo de investigadores, grupos,
asociaciones, regiones, artistas y difusores del arte y la cultura en nuestro
estado, etc.
Una Ley sin prisas, pero sí que los
hidalguenses deseen ya poner en práctica, una política-sociedad, una Ley que
recoja, después de una amplia consulta, a través de asambleas, foros reuniones,
charlas y medios etc. que hayan integrado por géneros y que esté dentro del
oficio, conocedores, estudiosos y sobre todo: por los mismos creadores, los cuales
pueden, sin lugar a duda, por sus oficio y a través de la creación, la difusión
y la promoción del arte y la cultura tener una análisis más justo y equilibrado
que cualquiera burocracia cultural, que además se queda con el 85% de los
recursos financieros para este rubro.
Estos proyectos de Ley para una reforma
cultural, son propuestas del gobierno y no porque estemos contra él, nada más
porque si, sino porque siempre todo lo hacen a su modo y no podemos
decirlo de otra manera, porque todo lo que han hecho solo para servirse este y
sus funcionarios y despojar y aislar a los que debiera obedecer, como son los amplios
sectores que producen y reproducen la cultura y las artes y que contemos con un
proyecto que nos ayude a resolver los intereses de los creadores les cuesta
mucho trabajo realizar una ley consecuente con nuestro tiempo y realidad.
En Hidalgo existe un amplio y rico
acerbo de producción cultural y de las artes, en todos los géneros y en todas
sus ramas, amplísimo y sumamente valioso, pero las instituciones oxidadas y el
presupuesto no están en manos de estos, sino controlado con un aparato burocrático,
sin duda algunos valiosos integrantes, pero la gran mayoría que sin ser
creadores, ni artistas, con escaza cultura, sin conocimiento; se atreven a valorar
y lo peor a decidir y determinar donde se aplican los recursos, sin reflexionar
y deciden los muy mequetrefes, que es arte y que no lo es y por tanto disponer donde
va el bajo presupuesto.
Es ya una madeja de complicidades y
malos tratos, de visión muy reaccionaria priísta que contienen y controlan el
arte y la difusión, promoción y la exposición de esta a modo, siempre haciendo
proselitismo con los espectáculos que están obligados a hacer, de estos muchos
ya etiquetados con presupuestos federales y otros que le invierten con fondos
estatales.
El problema no es eso, sino muchos más
que debieran contemplarse en una reforma de cultura en el estado, y que esta,
obtenga el aval social de los integrantes de la amplia comunidad artística y
cultural que existe en Hidalgo, pero, hasta hoy ésta, yace excluida
completamente, el estado a excluido a los creadores y artistas hidalguenses de
la Sría de Turismo y cultura, la dirección de cultura de la SEPH, que; ¿quién
sabe quiénes son y lo que hacen? y del CECULTAH y ha evitado su participación
En la actualidad hay mucha obra poética
y narrativa que permanece inédita, textos muy importantes y de buenos niveles
literarios entre los nuevos escritores y, ni siquiera tenemos una antología de
estos nuevos valores que nos ha dado nuestro estado, solo se alaba, se discurre
y atiende a los escritores consagrados ¿y los demás, cuando van a despegar para
ser consagrados? Yo para hacer una edición de un libro poético he estado
pasando la charola y, lo único que he ganado es un rostro de limosnero, a si te ven.
A pero quiero decir, ojala y se
llegue hacer esta antología, actual y bien elaborada por ejemplo de los últimos “50
años de la poesía hidalguense” de los mejores trabajos de los poetas, textos escogidos
y seleccionados por gente que sabe hacer poesía, para no ser una obra más que
se han publicado y que solo han sido una recolección burda y arbitraria y de
una imperdonable miopía ideológica de ruines seleccionadores de textos de
algunos libros ya publicados, sacrificando calidad y gastando recursos y lejos
de ser una edición o memorial poética justo, se han elaborado cosas mediocres,
de selección arbitraria, textos de relleno de letras, sin un mínimo contenido
poético, ni sentido crítico, porque las publicaciones de algunas dependencias
del gobierno, son hasta ahora derivación y voluntad de sus titulares.
Requerimos, entre otras cosas, con una institución descentralizada o autónoma que utilice el presupuesto para este rubro con justa medida y una política editorial con gentes especializadas, de las diferentes áreas de arte y cultura que puedan decidir con conocimiento real una posición editorial, no todo “a modo, a conveniencias o gusto del señor”.
Requerimos, entre otras cosas, con una institución descentralizada o autónoma que utilice el presupuesto para este rubro con justa medida y una política editorial con gentes especializadas, de las diferentes áreas de arte y cultura que puedan decidir con conocimiento real una posición editorial, no todo “a modo, a conveniencias o gusto del señor”.