GRAN FORJADOR DE ATLETAS

Por Pablo Fernando Ruiz Gálvez
Analista Deportivo

El atletismo mexicano está de luto, uno de los mejores entrenadores de la disciplina de la caminata, Jerzy Hausleber, falleció la semana pesada a la edad de 82 años, dejando un gran legado que algunos marchistas mexicanos heredaron gracias a sus enseñanzas y entrenamientos.

Jerzy Hausleber, nació el día 13 de septiembre de 1931 en la ciudad de Viln-Gdansk perteneciente a Polonia, y se naturalizo mexicano en 1993. En 1993 recibió el Águila Azteca, que es la máxima condecoración que otorga el Senado a los extranjeros distinguidos, así como el premio nacional de deportes en 1995 y 2011.

El entrenador arribo a México en 1966 para comenzar a trabajar con los atletas mexicanos, puesto que dos años después, nuestro país se preparaba para recibir la justa olímpica del también fatídico año del 68, cuando se suscitaron los lamentables hechos del tristemente recordado 2 de octubre.

Gracias a su método de entrenamiento, Jerzy Hausleber, supo explotar las cualidades físicas de los atletas mexicanos en la caminata, aprovechando que algunos pertenecían a las fuerzas armadas, con lo cual hizo que México se convirtiera en una potencia mundial de la especialidad.

Durante las décadas 70s y 80s, nuestro país estaría en la cúspide obteniendo toda clase de títulos en la caminata, mundiales de atletismo, medallas olímpicas, medallas panamericanas hasta alcanzar la cantidad de 118 preseas internacionales.

Desgraciadamente con el paso del tiempo México perdió protagonismo, derivado de las varias descalificaciones que empezaron a sufrir los marchistas, como el “flotar” sobre el pavimento y no mantener los pies en la superficie o por doblar las rodillas; circunstancias que hicieron que tanto los rusos como los chinos comenzaran a despuntar en la caminata gracias a la técnica del polaco.

También otros factores entre los cuales destacan los problemas internos y la falta de conocimiento de los entrenadores mexicanos, hicieron que muchos marchistas mexicanos tuvieran una participación que dejaba mucho que desear, así como aquel bochornoso suceso que protagonizo el ex marchista Bernardo Segura en Sídney 2000, cuando creyó haber ganado el 1er lugar y luego en plena “felicitación” por parte del entonces Presidente Ernesto Zedillo, uno de los jueces simplemente llego y lo descalifico.

Entre algunos de los marchistas que participaron bajo la tutela del entrenador polaco, citamos a José Pedraza, medallista de plata en las Olimpiadas del 68, Daniel Bautista, medalla de oro en Montreal 76, Raúl González, medalla de oro y plata en los Ángeles 84, Ernesto Canto, medalla de oro en los Ángeles 84 y el ultimo Carlos Mercenario, medalla de plata en Barcelona 92, sin lugar a dudas una gran pérdida para el atletismo mexicano.