Por Pablo Fernando Ruiz Gálvez
Analista Deportivo
Se han cumplido 365 días de la designación de Miguel Herrera como “Comandante en Jefe” del combinado nacional, equipo al que llego como muchos de los tantos “salvavidas” que usa la amañada FMF en cada proceso de eliminatoria mundialista, para rescatar a la selección de lo que pudo ser un ridículo mayúsculo sino clasificaban.
Un proceso que comenzó con la designación de José Manuel de la Torre a la salida de Javier Aguirre a finales de 2010, tuvo los ya habituales alicientes que hicieron poner los “pelos de punta” a los “Vitos Corleones” de la FMF, quienes vieron peligrar sus intereses al ver que su “TRI” no levantaba y de inmediato empezaron a llamar a sus “chivos expiatorios”, como L. Fernando Tena y Víctor Manuel Vucetich (a los que solo les dieron entrada por salida).
Finalmente llegaría el polémico Miguel Herrera, que con poco tiempo de preparación conto con la fortuna de enfrentar en el repechaje a la selección de Nueva Zelanda, que fue como jugar una “cascarita” porque en realidad el representante de Oceanía con un gran número de limitantes técnicas y futbolísticas pues no mostro mucha resistencia.
Después vendrían rivales que en su momento fueron muy discutidos pero que contaron con su aval como Turquía, Corea del Sur, Bosnia y Ecuador. Otro punto que hacia dudar de la participación de México, fue que Herrera no contaba con una alineación fija antes del mundial, por lo que se respiraba un gran hermetismo de como seria la actuación de sus dirigidos en Brasil.
Todo cambiaria al iniciar el mundial donde todo dio un giro inesperado para la selección, que a decir de muchos tuvo una destacada actuación ante Camerún, Brasil, Croacia y Holanda, siendo estos últimos los que se sumaron al grupo de selecciones que le han propinado la eliminación conocida como la “maldición” de 8vos y que han devuelto a México a su realidad como hace 20 años desde Estados Unidos 94.
Sin embargo la figura de Miguel Herrera para sus seguidores como para sus detractores ha tenido para bien o para mal un impacto mediático considerable. A pesar de contar con aciertos como el haberle devuelto la confianza al equipo, su carisma y la apertura dada a los medios de comunicación; estos últimos también actuaron en su contra.
De estas actitudes polémicas de Miguel Herrera podemos señalar: las fricciones que tuvo con algunos medios a los que señalaba por su nombre, empleo calificativos despectivos a la selección de Bosnia al llamarlos “marranos”, ventilo platicas privadas con el vestidor, exploto de manera exagerada su imagen interviniendo tanto en programas de espectáculos como de comedia, bueno hasta el hecho de que en el twitter su hija ofendió a la afición afectando la figura de su padre.
Pero mayor fueron sus quejas constantes contra los arbitrajes en el mundial, a los que culpo de “perjudicar” a la selección sobre todo en el juego decisivo contra los holandeses teniendo como mejor “blanco” a Arjen Robben, a quien no se cansó de decirle tramposo en complicidad con la enardecida afición, que muy influida por los “berrinches” de Miguel Herrera terminaron con el popular llanto de lamento ahora llamado “NO ERA PENAL”.
