Y SE LLAMA MÉXICO...

Por Roberto Longoni.

Cualquier ciudad, cualquier barrio, cualquier acera de todo este extenso territorio...

Está tirado, maltrecho, con las ropas destrozadas... y se llama México.

Su lenta y opacada voz pide limosna en la esquina de la catedral, todos pasan de largo, su boca seca pide por lo menos una gota de sudor... y se llama México.

Muere sesenta mil veces, llora a más de sesenta mil hijas e hijos, son más de sesenta mil muertos... y se llama México.

El niño tiene tres años y ya aprendió que no vale su infancia, que aquí se viene a bolear zapatos, a trabajar, a ser hombre... y se llama México.

Cinco cuerpos atravesados por ciento cincuenta y un balas, balas de odio, de revancha, de azar, de ignorancia... y se llama México.

Tiene trece años y disparo las ciento cincuenta y un balas. Aprendió a disparar. Leer y escribir no dan de comer... y se llama México.

Su niño llora todas las noches, su fiebre no baja, no alcanza para la medicina, no hay chamba, la esposa está en cama, hay una navaja en la mesa... y se llama México.

El tren le mutila la pierna. Por lo menos ya no siente las llagas en los pies por venir caminando desde Honduras/Guatemala/Salvador, huyendo de la muerte... y también se llama México.

Miles, millones de etcéteras, de historias, de realidades de violencia, odio, ignorancia, desdicha, desesperanza, miseria, marginación, racismo, discriminación...

Y a pesar de todo me sigo levantando, sigo creyendo, sigo luchando, sigo caminando las calles, gritando consignas, tendiendo las manos, dando letras en lugar de balas, libros en lugar de pistolas, música en lugar de estruendos, vida en medio de tanta muerte... como tantos miles, millones otros, otras, otroas... y también me llamo (nos llamamos) México... ¿y tú?...