Por Julio Gálvez.
Mucho se ha hablado del derecho a la libertad de expresión dentro del discurso vacío de nuestros políticos cuando por detrás cientos de periodistas son perseguidos políticamente por el estado mexicano, desgraciadamente México se encuentra atrapado por una red de corrupción diseñada para perpetuar en el poder a una clase política que bajo la sombra de la legalidad vulnera los derechos humanos de los mexicanos.
Mucho se ha hablado del derecho a la libertad de expresión dentro del discurso vacío de nuestros políticos cuando por detrás cientos de periodistas son perseguidos políticamente por el estado mexicano, desgraciadamente México se encuentra atrapado por una red de corrupción diseñada para perpetuar en el poder a una clase política que bajo la sombra de la legalidad vulnera los derechos humanos de los mexicanos.
¿Que sucede en México? El discurso de libertades se ha convertido en el principal argumento de los que de acuerdo a sus intereses buscan la legitimación de un sistema de dominación institucional, aquellos formalismos jurídicos reconocidos por las leyes terminan limitando los derechos humanos de los mexicanos.
Las recomendaciones de la ONU en materia de libertad de expresión, no hacen más que evidenciar que el garantismo real de los derechos en nuestro país, solamente se maneja dentro del discurso político. En pocas palabras, nuestros gobernantes cada vez que garantizan un derecho humano, buscan controlar a determinado grupo social.
Por lo anterior, lo que hoy en día esta en peligro con el regreso del PRI, es el derecho a la libertad de expresión que los mexicanos hemos construido a través de la sangre derramada en el movimiento del 68, la matanza de Acteal, el caso Atenco, la masacre de Ayotzinapa, las investigaciones de Carmen Aritegui respecto a la casa blanca y los cientos de levantamientos ciudadanos en contra de las violaciones a derechos humanos que se cometían durante la dictadura perfecta.
Hoy más que nunca, debemos hacer conciencia y comprender que bajo el régimen priista, México no esta muy alejado de las practicas represoras de otros gobiernos autoritarios como el de Francisco Franco en España, ya que en aquel país, los políticos recurrían a la censura ideológica para retener el poder, es decir, limitaban los derechos humanos de los ciudadanos con la finalidad de mantener un control social.
Con el regreso del PRI a los pinos, hoy en día, hemos comenzado a presenciar como diversos periodistas han sido censurados por un sistema político que recurre a la represión con el fin de imponerle al pueblo un gobierno en el que la libertad de expresión simplemente se queda olvidada en el discurso constitucional.
Hay que ser realistas, en nuestro país no existe la democracia y la libertad de expresión se ha convertido en el peor enemigo del PRI, solo la verdad institucional es la políticamente aceptada dentro de las redes de corrupción formadas por políticos y medios de comunicación que manipulan mentalmente a los ciudadanos, aprovechándose de la ignorancia de un pueblo azotado por el analfabetismo.
México es uno de los países más atrasados del mundo en materia de derechos humanos debido a que las libertades del hombre son reducidas a mecanismos electorales, la libertad de expresión es ejercida por medios de comunicación institucionales que en lugar de promover la democracia, promueven el autoritarismo, la corrupción, la desinformación y los negocios personales como es el caso de Joaquín López Dóriga y su escándalo millonario.
Actualmente la clase política que nos gobierna, carece de legitimación social, debido a que se encuentra haciendo todos los esfuerzos para controlar a la ciudadanía ante la inconformidad tan grande que existe; sin embargo, todo sistema tiránico de gobierno se quebranta cuando sus intereses chocan con los del pueblo, nuestros gobernantes reprimen a la ciudadanía porque no pueden controlarla y este fenómeno es el principio del fin de un sistema autoritario que siempre ha estado presente, que nunca se fue.
Las políticas inquisitivas a las que esta recurriendo el estado mexicano evidencian la desesperación de un régimen autoritario que comienza a perder fuerza social. Cuando un gobierno padece perdida de poder, reprime a la sociedad vulnerando sus derechos humanos fundamentales con la intención de imponer su orden, tal y como lo estamos viviendo en México.
Por lo anterior, la gente pensante, talentosa y con estudios, tiene que emigrar a otros países, debido a que nuestro gobierno tiránico no acepta criticas, ignora a los que piensan diferente y persigue a los que evidencian las fallas de un estado protector de caciques. En México como en ningún otro lugar, existe una fuga impresionante de cerebros, es deprimente que los ciudadanos que en verdad pueden generarle un beneficio a la sociedad, son perseguidos en lugar de ser comprendidos. Hoy más que nunca los medios no institucionales de comunicación juegan un papel importante dentro de esta sociedad en vías de democratización.
La libertad de expresión vista como un derecho humano y no como un mecanismo de control político, juega un papel fundamental en una sociedad como la nuestra. La mayoría de los especialistas relacionan a este derecho con el factor democrático, ya que sin el primero no podría existir el segundo. En un estado como el mexicano, en donde los grupos caciquiles son los que controlan la información, este bien humano básico ejercido por un medio de información crítico se convierte en el principal motor de la opinión pública. Los mexicanos debemos empezar por reconocer la labor de nuestros críticos, ya que de esta forma comenzaremos a taladrar el camino hacia un México libre.