LAS TRAICIONES DEL GRUPO HIDALGO






Por Jorge Montejo.


A simple vista uno podría llegar a la conclusión de que existe un grupo de políticos hidalguenses que han acumulado demasiado poder; sin embargo, pocos saben como los hijos pródigos de Hidalgo, tejieron sus redes imaginarias de poder desde su estado natal.

Otoniel Miranda, asumió la gubernatura de Hidalgo el 1 de abril de 1975 como resultado de una imposición del ex gobernador Sánchez Vite, situación que de inmediato ocasiono que el estado cayera en una crisis política pues se iniciaron sucesivas protestas de campesinos en su contra, los cuales acusaron al gobernador de represión  ante el Senado de la República.

Tras presuntamente comprobar las acusaciones, la Cámara de Senadores decretó la desaparición de poderes en el estado de Hidalgo, quedando destituido Otoniel Miranda el 28 de abril de 1975, veintiocho días de haber asumido el cargo, por lo que fue nombrado como gobernador  interino el senador Raúl Lozano Ramírez.

Es importante mencionarse que en aquella época se considero que la destitución de Miranda fue una venganza política del entonces presidente de México Luis Echeverría Álvarez, dirigida principalmente contra su protector Manuel Sánchez Vite por haberle impuesto como candidato a gobernador sin la aprobación del mismo Echeverría.

Por lo anterior, en 1975, Jorge Rojo Lugo fue designado candidato del PRI a gobernador y electo en el proceso electoral extraordinario celebrado por Lozano Ramírez. El político hidalguense oriundo de Huichapan, asumió la gubernatura el 7 de septiembre para terminar el periodo que concluía el 31 de marzo de 1981 y para el que originalmente había sido electo Otoniel Miranda. 

Evidentemente, Jorge Rojo Lugo, fue el que comenzó con un proyecto político de expansión muy ambicioso, después de un momento de convulsión por la caída de un Gobernador al poco tiempo de haber tomado posesión. El ex gobernador oriundo de Huichapan, Hidalgo, durante su gobierno logró tiempos de paz social, gracias a que tuvo la gran habilidad de dialogar y pactar con la mayoría de los grupos, líderes y expresiones políticas inconformes, generando un cambio generacional dentro de la política, estrategia con la que consiguió estabilidad y control político durante muchos sexenios, aunque estuviera retirado de los escenarios políticos. 

Es importante mencionarse que la paz social que existió en Hidalgo, se logró gracias a que Rojo Lugo, supo cumplir su palabra al darle juego a las diversas fuerzas políticas, de hecho, Jesús Murillo Karam, se convirtió en gobernador de Hidalgo sin resistencia alguna, gracias a la estabilidad política que existía en aquella época.

Sin embargo, con el paso del tiempo y con la llegada del “Nuevo PRI” al poder, los políticos pertenecientes al "grupo Villagrán" comenzaron a generar fracturas dentro de los distintos grupos políticos del tricolor con la intención de ganar espacios a lo largo de todo el territorio hidalguense, por lo que crearon  divisiones internas para afianzarse en el gobierno, ejecutando una estrategia política basada en la traición de la cual fue víctima Manuel Ángel Núñez Soto. 

La estrategia de este creciente grupo político fue golpear al grupo Huichapan, al grupo Universidad y desprestigiar a los políticos de batalla de Jesús Murillo Karam, para sacarlos de la jugada. Durante este golpeteo, el gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong, aprovecho la situación para generar divisiones y encumbrarse en la política como la fuerza con mayor peso en el estado de Hidalgo; es decir, aplicó la de la Napoleón: "Divide y Vencerás", por lo que los problemas que enfrenta esta entidad federativa, en la actualidad son las consecuencias de las fracturas que generó el exsecretario de gobernación para afianzarse en el poder.

Ante esta situación, la vieja guardia priísta no se percato que los conflictos entre grupos políticos fueron intencionalmente generados por el gobierno osorista. El poderoso grupo Huichapan fue perseguido, le arrebataron posiciones políticas estratégicas dentro del gobierno, borrando del mapa a los colaboradores más cercanos de Don Jorge Rojo Lugo a pesar de que la candidatura por el PRI de su hijo José Antonio Rojo García de Alba ya había sido pactada.

Ante la traición ejecutada en contra del grupo Huichapan, Jesús Murillo ha tenido que recurrir a sus viejos dinosaurios, si no regresa el velociraptor al puestazo, imponen al compadre o al amigo para tratar de contrarrestar la situación, pero la realidad es que al ex Procurador General de la República le hacen falta nuevos cuadros, ya que por otro lado nos encontramos con Miguel Osorio, quién a pesar de que le ha dado oportunidad a diversos jóvenes, la capacidad de sus más cercanos colaboradores deja mucho que desear, la mayoría de sus hombres más cercanos carecen de preparación y oficio político. 

Hoy en día, la estrategia política del mal llamado Grupo Hidalgo, sigue siendo la misma, simularan y le darán juego a los demás grupos políticos para después generar las fracturas como lo hicieron en el pasado; por ejemplo, dentro del grupo universidad, en su momento le generaron conflictos internos a Gerardo Sosa Castelán y ahora lo fracturan con el gobierno con el tema de la autonomía universitaria; dentro del grupo Huichapan, generaron diversas problemáticas que terminaron por desgastar las relaciones de los Rojo con el actual gobernador de Hidalgo; al ex gobernador Manuel Ángel Núñez Soto, le retiraron posiciones políticas para debilitarlo; a los colaboradores más cercanos de Jesús Murillo, los convencieron para que estos se "cambiaran de bando", de hecho desde lo más alto del gobierno osorista planearon la derrota electoral del ex procurador Murillo cuando fue candidato a Senador, perdiendo la elección con el perredista José Guadarrama Márquez. 

Por lo anterior, podemos decir que el grupo Hidalgo no es lo que parece, en la actualidad existe una lucha interna por el control de ese estado, por lo que Miguel Ángel Osorio Chong intentará debilitar y controlar al gobernador Omar Fayad dejándole un estado fragmentado, mientras opera a favor de MORENA  con la intención de convertirse en el lider del PRI en el senado. 

Ante esta situación, Hidalgo, se ha convertido en un laboratorio de Osorio Chong; sin embargo, al analizar los hechos fríamente podemos concluir que el exsecretario de gobernación  esta utilizando la misma estrategia que utilizó en su estado, generando las traiciones y divisiones para debilitar a la actual figura presidencial de Enrique Peña Nieto.

Quizas, gran parte del desgaste que ha sufrido la imagen del Presidente ha sido fríamente calculada por el Grupo Hidalgo y ahora la derrota del PRI le conviene a su grupo para que este se convierta en la fuerza más poderosa de lo que quede del tricolor.