No, no van a encontrar aquí lo que prometía el título del artículo. Era una trampa, pero da igual. Ya están aquí, regalándome los segundos por los que mediré la calidad de mi artículo y el valor de mi web.
Afortunadamente, el periodismo es más fuerte que un artículo mediocre como este. Ni siquiera tengo claro que la dictadura del clic a toda costa, la nueva manera de evaluar la trascendencia de un proyecto en la red, sea efectivamente algo criticable, quizás sólo se trate del signo de los tiempos. La coyuntura digital ha propiciado que valgan más tres clics de 0,5 segundos, que un clic de cuatro minutos. Vale más un lector fantasma que uno reposado, fiel, dedicado. Con la presente exposición sólo cuestiono la dictadura del clic, lo pongo en cuarentena, lo señalo como sujeto en cuestión. Hoy me topé, en twitter, con un artículo que decía: “Las cinco muertes más impactantes en un campo de fútbol (homenaje)”. Me dije, ¿qué será lo siguiente? ¿Usar a un niño para alentar las represalias contra los huelguistas? ¿Los diez bebés sirios que murieron en el Mediterráneo? ¿Las cinco decapitaciones más brutales de ISIS? Los títulos de contenidos tipificados, así como la espectacularización de los titulares, nos están llevando a perder la ética y el fondo del oficio. El periodismo no era eso.Tenía una voluntad de servicio, una suerte de desinterés. El periodista sólo se debía a la veracidad y necesidad de su artículo en la realidad social, no a la interacción del lector. ¿Se imaginan a Hunter Thompson pensando en términos de Google Analytics?
Después de revisar el contenido de esas muertes impactantes sucedidas en la cancha, tampoco sentí que se homenajeara con especial cariño a aquellas malogradas figuras del deporte. Más bien, fue una retrospectiva que reverdecía el dolor con un aire sensacionalista (¡Diablos, ni tan siquiera los códigos digitales para el material audiovisual dejaban tiempo a un sentido homenaje!). Era un artículo vacuo, pasajero, olvidable.
Me hizo pensar sobre los códigos de lectura de la red, las técnicas del Community Manager y el equilibrio entre titular y contenido. Probablemente hayamos caído en una sobresignificación del titular y en una banalización del contenido. Quizás, el contenido no sea el rey tanto como aseguran la mayoría de web expertas en comunicación digital. Cuente más la combinación de diseño, material gráfico y titular. Me pregunto si no estamos asistiendo a los años 90 de la era digital, donde primaba el envoltorio. Si el periodismo no debería despegarse de su necesidad de supervivencia económica (las leyes del SEO y del oportunismo en la red), en pos de una supervivencia total. De nada servirá si se convierte en un rehén de los códigos de consumo, pues ya no sería eso que tanta gente abandera, periodismo.
Y lo dice uno que también ha pecado. Y más de una vez. He usado muchas veces el titular de un artículo para captar lectores, aunque luego me haya esforzado por regalarles una argumentación que justificara su generosidad. Pero a veces (¿demasiadas?), el continente se alzaba por encima del contenido. Y como diría Sabina, eso sí que no, eso sí que es una frontera infranqueable, que la realidad que ha venido a revelarse, quede relegada a la sombra de las apariencias. Y es que no hay más verdad: para conocer el mundo, has de hacerlo por dentro (incluso para el entorno 2.0). Ese podría ser un buen titular.
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Fuente: La Replica.
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Fuente: La Replica.