DE NUEVO EL MIEDO… DE NUEVO LA ESPERANZA.


Por Roberto Longoni.

Hay momentos en que mis palabras salen trompicadas por la ira y la rabia. Hay otros momentos en que son más frías, más pensadas, más tranquilas. Me parece que en este atribulado y vertiginoso inicio de año para nuestro país deben de ser cautelosas, deben salir con calma (aunque la calma puede ser traicionera, nunca es bueno estarse quieto tanto tiempo).

Confieso que hablo con cautela por que no comprendo bien lo que pasa, y me parece que como yo, muchos estamos confundidos. Por alguna razón algunos amigos se acercan a mí para preguntarme qué es lo que está pasando en nuestro México. Supongo que por la misma razón mis estudiantes (jóvenes de 15 años cuya mirada denota en algunos casos indiferencia, en otros morbo, en otros confusión) me preguntan qué opino de “esos que andan robando pantallas”. En todos los casos tuve que hacerle caso al escalofrío que recorría mi cuerpo y tuve que expresar un parco, triste y vergonzoso: “No se”. 

“En el principio es el grito. Nosotros gritamos” dice John Holloway. Ese grito es de rabia, es de enojo, es de melancolía, de indignación, de horror, de rechazo, de negación contra aquello del sistema que nos niega, de hartazgo insoportable. Quizás el problema es que el grito del pueblo no está articulado o que ese grito, coludido por infiltrados y oportunistas, se vuelve grito de vacía venganza. 

De nuevo pienso que debemos romper con la estrategia del miedo que el poder propone para legitimar su tormenta. Debemos romper actuando con nuestra digna rabia, nuestra impaciente esperanza y nuestro legítimo grito de rechazo hacia lo que es injusto, hacia lo que no nos deja existir como queremos. Debemos ir más allá del odio, encontrar en las calles, en el otro, en nosotros, de nuevo la esperanza.

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Fotografía tomada de la Jornada.