DEBEMOS DERRIBAR EL MURO DE LA CORRUPCIÓN.


Colaboración: Julio Gálvez.

La victoria de Trump en las pasadas elecciones de Estados Unidos implica un duro golpe al imperialismo estadounidense. La demagogia, ignorancia, racismo, xenofobia, machismo e inexperiencia política del magnate neoyorkino, en su afán de encontrar chivos expiatorios de la crisis por la que atraviesa su país, amenaza no únicamente con la deportación a millones de migrantes mexicanos que cargan con el estigma de la “ilegalidad”, sino que conlleva también una amenaza al poder corporativo y financiero de la primera potencia del orbe. 

En pocas palabras, la elección de Trump afecta y deja huérfana a la clase política mexicana, profundamente subordinada frente a los intereses del país vecino del norte y que hoy enfrenta una crisis interna de dimensiones mayúsculas. Ante este panorama, la población migrante por su parte, vive ante la amenaza de Donald Trump de llevar a cabo deportaciones masivas que podrían dividir al mundo y a familias enteras por medio de una política de odio y discriminación. 

Esta realidad tan lamentable resulta extremadamente desafiante para el pueblo mexicano, por un lado, a través del Presidente de los Estados Unidos se vislumbra una profundización de la crisis sistémica por la que atraviesan México, y por el otro, la elección de Trump acabó por destapar la caja de pandora y colocar con firmeza en el tablero político la urgente necesidad de emprender procesos de transformación de gran calado tanto en Estados Unidos como (e incluso con mayor urgencia) en el caso de México. 

No se puede tapar el sol con un dedo y la ruta trazada hasta ahora por la desprestigiada, corrupta y caduca clase política mexicana resulta a todas luces insostenible, por lo que, preocupados por esta situación, este semanario entrevistó a uno de los líderes religiosos más importantes de México, el Arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, un líder que siempre ha luchado por los derechos de las personas. 

¿Señor Arzobispo, qué piensa de las deportaciones masivas de mexicanos que está realizando Trump en Estados Unidos?

El que migra tiene sus motivos justos, los migrantes tienen derecho a buscar una mejor vida, la riqueza del mundo es para todos lo hijos de Dios y creo que al señor Trump se le ha olvidado eso.

No me gusta que Trump diga que va a deportar a lo peor de la sociedad porque ya esta mal informando al mundo generando una política de odio con esos comentarios.

Repito, la riqueza no es para unos cuantos, es para todos, Trump debe estar abierto para compartir con todos los seres humanos la riqueza de Estados Unidos, las naciones no deben dividirse, deben unirse. 

¿Qué piensa del muro de Trump?

Estamos trabajando para desalentar la construcción del muro, nosotros no estamos de acuerdo con que se divida el mundo, no es bueno dividir a las familias, no es bueno dividirnos como si fuéramos rivales, ya que los estadounidenses y los mexicanos somos hermanos.

Dios no tiene hijos de primera y de segunda, Dios solamente tiene hijos, el muro va a alentar a que nos veamos como rivales, el muro va a dividir a las naciones. 

La Iglesia no está de acuerdo con el muro de Trump. 

¿Quién está alentando el muro?

Este muro lo alienta la pasividad de nuestro gobierno, nuestros gobernantes llevan más de 60 años sin hacer nada por desalentar la fuga de mano de obra y de cerebros de nuestro país.

Los políticos han alentando la migración tan terrible que vivimos porque han preferido que prevalezca en México la corrupción, la pobreza y el enriquecimiento de unos cuantos.

Trump no es el culpable de todo, el verdadero muro que debemos derribar es el de la corrupción.

¿Como ve la corrupción en México Señor Arzobispo?

Yo creo que vivimos en el peor momento de la historia, la economía está muy mal, la inseguridad está creciendo y los valores se están perdiendo. Hay una descomposición del tejido social. 

Quiero dejar este cuestionamiento en el aire, ¿Cuanto dinero se ha perdido en los estados de la República y no pasa nada? 

Aparte de la corrupción debemos sumarle que existe una impunidad terrible, nunca habíamos estado tan mal como ahora, por eso la gente tiene que buscar oportunidades en Estados Unidos, porque su país tiene muy poco que ofrecer con tanta corrupción. 

¿A qué le atribuye esta crisis de corrupción que vivimos, a la perdida de valores que hay en nuestra sociedad?

Creo que México esta muy mal porque le están faltando los valores a las personas que han llegado al poder.

Nuestros líderes son los que deberían de poner el ejemplo y sucede lo contrario, ellos son los que más roban y actúan deshonestamente, le fomentan una mentalidad de corrupción a las nuevas generaciones. 

Quiero decirte que nos están quedando a deber nuestros gobernantes, ellos no sienten nada de quitarle a un pueblo 500 millones de pesos. No hay ex gobernador pobre, cada sexenio nace un nuevo rico. Por eso estamos como estamos. 

¿Algún mensaje que le quiera enviar a nuestros lectores?

No perdamos la esperanza y busquemos a Dios para encontrar la sabiduría que nos esta faltando, porque así como a nuestros políticos les están faltando los valores, por otro lado tenemos mexicanos de mucho valor.