SIETE PROPUESTAS PARA... LA ESTRATEGIA DE UN HIDALGO SEGURO.


Por Francisco Granados González.

Nunca antes en Hidalgo se había invertido tanto en equipamiento y tecnología como ahora en la seguridad, por lo que me parece muy prudente la decisión estratégica que tomo el gobernador Omar Fayad. Esta acción es muy similar a lo que en los últimos años el gobierno de la Ciudad de México ha realizado, así que vale la pena reflexionar el antes y el después de esa toma de decisión en la Ciudad de México, y ahora en Hidalgo. 

Para octubre del 2011 en la Ciudad de México se instalaron 13 mil cámaras de video con ocho centros de monitoreo y una inversión de 460 millones de dólares; El entonces jefe de la ciudad, Marcelo Ebrad la llamó “Estrategia de ciudad segura” convirtiendo a la Ciudad de México en la ciudad más vigilada del mundo, pues Londres tenía para aquellos tiempos diez mil y Nueva York ocho mil cámaras. 

Lo que pretendió el exjefe de la Ciudad de México fue mantener el orden, la tranquilidad y la convivencia social; así como prevenir situaciones de emergencia y desastres. Hasta antes de noviembre del 2014 las denuncias penales disminuyeron; en el 2011 se robaban 52 vehículos diariamente y para el 2014 se redujo a sólo 42. De 28 denuncias diarias por lesiones dolosas en 2011, se denunciaron en 2014 únicamente 18; respecto a los homicidios dolosos se redujeron de 2.1 a 2.05; las violaciones disminuyeron de 3.18 a 1.4; los secuestros se incrementaron de 0.14 a 0.16 por día. 

En noviembre del 2014, ya con Mancera como titular, se instalaron 38 lectores de placas vehiculares los cuales se interconectaron a una base de datos denominada RAPI (Registro de Automotores de Procedencia Ilícita) y a las cámaras de video vigilancia. Instalando también botones de pánico y otras tecnologías que han fortalecido la estrategia de ciudad segura. 

Tres años más tarde (2016), las denuncias penales por robo de vehículos siguieron en descenso, lo mismo pasó con las lesiones dolosas, el daño a la propiedad, la extorsión y el secuestro. Las denuncias que aumentaron ligeramente fueron por homicidio doloso, robo a transeúntes y violación. Por cierto, actualmente existen en 

la ciudad 8 mil botones de pánico, 9 mil 570 alta voces y se llegarán a 20 mil cámaras este fin de año. 

En el primer semestre del 2017 las denuncias se dispararon en el robo de vehículos, transeúntes, casa habitación y negocios; pero también el daño a la propiedad y el homicidio doloso. 89 policías de la Secretaria de Seguridad Pública fueron víctimas de violencia por parte de ciudadanos. Surge una pregunta 

¿Utilizar cámaras de video-vigilancia, lectores de placas y botones de pánico generan el descenso de denuncias o inseguridad?
Respuesta 

Efectivamente han contribuido en una parte, la otra corresponde a que la Ciudad de México cuenta con un modelo proactivo de seguridad, conocido como “Policía de proximidad” viene operando aproximadamente desde el año 2002, existe un estado de fuerza policial de 93 mil 872 elementos y además las propias autoridades han organizado a la sociedad civil para participar en labores de prevención del delito, entre otros aspectos. 

¿Qué significa esto? Que el equipamiento y la tecnología no son suficientes para poder ser asertivos en la disminución de la violencia e inseguridad. Se requiere de algo más y es lo que me permitiré sugerir es este espacio y pongo a la consideración de ustedes amables lectores. 

Primero: 

Establecer un modelo de seguridad en lo particular para Hidalgo, en nuestro estado todas las policías funcionan con un modelo de policía reactivo, el cual ha sido rebasado por la delincuencia. El modelo de seguridad que se está utilizando con más efectividad, en el mundo como en algunas entidades de nuestro país, corresponde al de policía de proximidad; ejemplo de ello corresponde la Ciudad de México y el municipio de Nezahualcóyotl, donde en tres años disminuyeron en 50% la incidencia delictiva. En la Ciudad de México con el modelo de policía de proximidad aunado al sistema de video vigilancia y el C5, los tiempos de respuesta policial disminuyeron a 2 minutos con 42 segundos. En Hidalgo los tiempos de respuesta en la zona metropolitana son de 16 minutos con 20 segundos si bien nos va. 

Segundo: 

Profesionalizar y mejorar los salarios de los funcionarios de la seguridad pública, es indispensable; las formas de operar de un policía con nivel de secundaria distan mucho de uno con una licenciatura o maestría. El 97.7% de los elementos policiales han referido sentirse orgullosos de ser policías, según una encuesta institucional. Si a eso le agregamos una capacitación continua en base a sus competencias; certeza laboral, a través de un servicio profesional de carrera y se dignifican sus salarios, tendremos una policía más comprometida y responsable. 

Tercero: 

La participación ciudadana es vital, el estado de fuerza de policías municipales y estatal en todo nuestro territorio es de 4 mil 715 elementos, pero hay que dividirla entre dos, puesto que la mayoría de agentes policiales cubren turnos de 24 por 24 hrs.; así que realmente solo contamos con 2 mil 375 diariamente. Con ese número de funcionarios de la seguridad, es prácticamente imposible operar la seguridad de todos los hidalguenses; por ende se requiere involucrar la participación ciudadana en los procesos de seguridad. 

Ha sido muy interesante ver como muchos vecinos en todo el país y en Hidalgo se organizan entre sí, usando una pluralidad de formas para vigilar sus bienes y cuidarse entre sí. Lo único por hacer, es que todas nuestras corporaciones de policías se coordinen y se organicen con los vecinos, utilizando todas las bondades del internet, así como la entusiasta participación de los ciudadanos. 

Cuarto: 

Hacer planeación estratégica en materia de seguridad es una verdadera necesidad, a mayor planeación menor riesgo, en los cuerpos de seguridad no existe la planeación. La policía resuelve como se presentan las cosas, minuto a minuto. La elaboración de planes y programas de acción deben de hacerse entre autoridades, sociedad civil y los propios policías a quienes nunca se les toman en cuenta. 

En este apartado no debemos olvidar las estadísticas delictivas confiables, las cifras delictivas que maneja la secretaria de Seguridad Pública de Hidalgo, la Procuraduría General de Justicia y el Tribunal Superior de Justicia no concuerdan. Si se desea medir con precisión el fenómeno de la inseguridad, se requieren cifras confiables. 

Quinto: 

Mejorar la eficiencia en la aplicación de los presupuestos federales en materia de seguridad es esencial, del 2007 al 2015 el presupuesto para la seguridad en Hidalgo aumento 131%, es decir de $956,981,003 (novecientos cincuenta y seis millones ochenta y un mil tres pesos) en 2007 paso a $2,493,548,888 (dos mil cuatrocientos noventa y tres millones quinientos cuarenta y ocho mil ochocientos ochenta y ocho pesos) en 2015, periodo en el cual siempre hubo subejercicios, no se utilizaron al 100%, por lo que se tuvieron que regresar recursos financieros a la federación. 

Lo peor del caso, en aquellos municipios del país donde en un principio se tenían elevados índices delictivos, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública lo detecto y les aumentó la asignación presupuestaria, pero cuando esos mismos municipios disminuyeron sus índices delictivos, el Secretariado redujo los presupuestos que les habían incrementado. Es el caso de Tepeji del Río y Zempoala en Hidalgo, simplemente incongruente, pero pasa. 

Sexto:

Transparencia y rendición de cuentas es determinante para elevar los niveles de confianza social. Es de todos sabido que ningún responsable de la Seguridad Pública en Hidalgo comparece ante la ciudadanía, para informar de sus avances o retrocesos, a lo mejor porque algunos no tienen cifras bondadosas por presumir o quizá les hagan sombra a los presidentes o simplemente no está normado comparecer ante la ciudadanía. Informar de sus actuaciones buscar el acercamiento para coordinarse y legitimarse con la sociedad lo da la rendición de cuentas y la transparencia, hoy es un reclamo social. 

Séptimo: 

Mejorar la calidad de la investigación delictiva y perfeccionar el sistema jurídico-penal. 

Esclarecer los hechos de un delito y demostrarlo científicamente, constituye sin duda la piedra angular del proceso, justamente es donde los operadores del nuevo Sistema Penal Acusatorio están limitados. Estos como muchos funcionarios le adjudican al sistema imprecisiones, que al paso del tiempo pudieran o no corregirse, este modelo es perfectible; pero el problema no es el sistema penal, la realidad es que los operadores de este, deben de prepararse mejor. Según el Secretariado Ejecutivo refirió que de octubre de 2016 a junio de 2017 se capacito a 247 mil 403 operadores del nuevo sistema penal en todo el país y del 2013 al 2016 se destinaron 18 mil 705 millones para ello. 

Los niveles de investigación tanto en este sistema como el anterior han dejado mucho que desear. Si mejoramos la calidad de la investigación delictiva los delincuentes estarán detrás de las rejas donde muy probablemente dejarán de delinquir y los índices delictivos vendrán a la baja. 

Para finalizar, es menester referir que las policías exitosas actualmente le dan mucha importancia a la inteligencia para la prevención del delito y al coordinarse entre sí, tanto preventiva como la investigadora predicen mejor el fenómeno delictivo, hoy esa es una línea estratégica muy efectiva para prevenir y combatir el delito. 

Por lo pronto les dejo estas propuestas que podrán complementar el Sistema Integral de Seguridad en Hidalgo, que viene muy bien, cuando los índices delictivos en este año van peligrosamente a la alza, tanto en el país como en Hidalgo.

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Francisco Granados González es experto en Seguridad Pública, egresado de la National Academy del F.B.I; fue Director de Servicios Periciales de la P.G.J.H; Director fundador del Instituto de Capacitación de la Policía Judicial de la P.G.J.H; Director General del Instituto de Capacitación y Desarrollo del Personal de la P.G.J.H; Director General del Instituto de Formación Profesional de la S.S.P.H; Capacitador en materia de Planeación Estratégica, Criminalística de Campo, Tiro, Armamento y Preparación Física Policial.