¿PRENSA VENDIDA, PRENSA COMPRADA?


Por Anselmo Estrada Alburquerque.

La publicidad sobre las actividades del presidente de la República y los gobernadores; senadores y diputados; titulares de las secretarías de Estado y de otros funcionarios, difundidas en la prensa, la radio y la televisión, es pagada, en los tres niveles de gobierno de todo el país. 

Lo anterior ha dado motivo para que la gente de todos los estratos sociales señale desde tiempos remotos que el gobierno compra a la prensa o que la prensa se vende. 

Aunque el tema no es nada nuevo, persiste una amenaza más insidiosa a la libertad de prensa, que podría influir sobre quién obtendría el poder en las elecciones del próximo año, que proviene de los partidos, de políticos encumbrados y del gobierno mismo.

Luis Carlos Ugalde, exconsejero presidente del otrora Instituto Federal Electoral (IFE), confesó datos a la agencia Bloomberg sobre la influencia de la publicidad gubernamental en contenidos de la prensa, y subrayó que México tiene medios de comunicación “adictos al dinero público”. 

Dicha entrevista apareció el pasado miércoles, en el diario Reforma.

Con frases escuetas se descubre lo que es del dominio público: el gobierno ha mantenido control sobre los medios informativos. La prensa, la radio y la televisión venden espacios. No es secreto que la primera plana es negociable en algunos periódicos. 

Los medios de comunicación son espacios mercantiles, arguyen los dueños y los editores. 

COCHUPOS, EMBUTES, CHAYOTES

En el pasado, los gobernantes de México mantuvieron a los medios a raya. Lo nuevo es el papel de la publicidad gubernamental, que ha ayudado a convertir la censura en autocensura, dice Ugalde. 

Se colige que Ugalde quiso decir que en el pasado reciente se compraba a los medios de información mediante el viejo embute o cochupo y rebautizado chayote desde el régimen del presidente Gustavo Diaz Ordaz.

Al menos 10 periodistas de alto rango y funcionarios de prensa del Gobierno dijeron a Bloomberg News que los funcionarios federales han utilizado formas sutiles y no tan sutiles de dar forma al contenido. Van desde amenazar con retirar anuncios, hasta pedir una cobertura personalizada que incluya fotos de primera página.

“NO PAGO PARA QUE ME PEGUEN”

En su tiempo, el presidente José López Portillo ordenó retirar toda la publicidad oficial de la revista Proceso, que había publicado notas que el gobierno consideraba negativas. El presidente tronó, diciendo: “¡No pago para que me peguen!”

En nuestros días la publicidad financiada con fondos públicos se ha disparado a más del doble de su presupuesto en 2016, a 540 millones de dólares. 

Para reafirmar lo anterior, Carlos Bravo, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de Ciudad de México, señaló que el "El Gobierno tendrá una ventaja en cuanto a la capacidad de influir en el electorado", incluso a través de los medios de comunicación. 

Luis Carlos Ugalde indica que todos los partidos políticos están comprando medios, pero el PRI, que posee el mayor número de gobernaciones estatales, tiene a su disposición más recursos.

CON LOS PELOS DE LA BURRA…

Xochitl Gálvez, del partido opositor PAN, titular de la delegación Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, dice que los representantes de la prensa están tan acostumbrados al dinero político que no siempre esperan a que los funcionarios los busquen. Mostró varios panfletos que, según dijo, había recibido de al menos cuatro medios de comunicación, que ofrecían paquetes que incluían entrevistas a cambio de dinero.

'ESTAMOS CONDENADOS'

Cuando Gálvez se postuló para gobernadora del estado de Hidalgo en 2010, un conglomerado de medios ofreció entrevistarla y cubrir sus eventos por 22 millones de pesos en efectivo.

"Mientras el dinero sea lo que hace ganar a políticos, estamos condenados de tener políticos pendejos y corruptos ". Gálvez pidió 
que no se identifiquen los medios de comunicación, por temor a represalias.

LOS PORCENTAJES A FAVOR

Del gasto de 540 millones de dólares, Televisa gana alrededor de 9 por ciento de sus ingresos por publicidad del gobierno federal, de acuerdo con informes de ganancias y datos de Fundar, un organismo de control que rastrea los gastos del Gobierno. La cifra para TV Azteca, otra televisora importante, fue de 10 por ciento.

Entre los periódicos, El Universal recibió la mayor cantidad de dinero del gobierno para anuncios impresos: alrededor de 190 millones de pesos, según Fundar. El periódico ha sido criticado por activistas anticorrupción, que rechazaron su cobertura negativa de sus esfuerzos. 

El Financiero, que tiene una sociedad de contenido con Bloomberg News, recibió 52 millones de pesos del gobierno federal por anuncios impresos, ocupando el noveno puesto.

Un lector atina al escribir que esa es “Una simbiosis perversa, los políticos usan a los medios y los medios viven de los políticos”.

RECLAMO A LA SUPREMA CORTE 

Ante la omisión del Congreso, la Suprema Corte Justicia debe aprobar el 15 de noviembre el proyecto de sentencia que ordena emitir la ley reglamentaria del gasto de comunicación social a nivel federal y estatal, demandaron las organizaciones Artículo 19 y Fundar.

HISTORIAS DE CHAYOTES

Don Julio Scherer García escribió el libro El poder, historias de familia, que publicó Editorial Grijalbo en 1990, en el que cuenta historias sobre cómo el gobierno repartía sobornos a los periodistas, a partir de una partida secreta en el Banco de Crédito Rural (Banrural), ahora desaparecido, algunos de ellos conocidos y respetados en el medio. 

Un exdirector del banco, Everardo Espino, acusado de peculado, entregó al fundador de Proceso toda la información, en dos cajas de documentos, con listas de los periodistas comprados y las cantidades que les daba el gobierno.

Scherer dice en el libro que el pago que hacía el director del Banrural era por órdenes expresas del “presidente de la República, el secretario de Hacienda, el presidente del PRI, senadores, diputados…” y añade que “empresarios de los medios de comunicación y periodistas recibieron los beneficios de las partidas secretas manejadas desde el banco campesino”. 

EL QUE CONOCE EL CAMINO… 

“Este libro, escrito de manera ágil, es un documento histórico que evidencia, a partir de información sólida, la perversa relación entre el poder y la prensa”, indica en su reseña, aparecida en Animal político, el doctor Rubén Aguilar Valenzuela, quien fungió en la administración del presidente Vicente Fox como coordinador de Comunicación Social y portavoz del gobierno.