Alonso Quijano
3/10/20
Aquí en este espacio he sido más bien crítico con FRENAAA: me preocupa el liderazgo demagógico que lo encabeza, y critico el hecho de que no tengan propuesta o agenda alguna y solo se limite a ser un movimiento reactivo a López Obrador.
A pesar de que siempre he mantenido distancia con ese movimiento, reconozco la causa genuina de los ciudadanos legítimos que se manifiestan en contra de AMLO (no sin advertir algunas manifestaciones de fanatismo que he visto en ese movimiento).
Hasta el día de ayer, FRENAAA no había sido problema alguno para el régimen. Incluso los grupos feministas que no tenían como fin último oponerse a AMLO habían afectado más su imagen haciéndole perder algunos puntos de popularidad.
No lo había sido porque FRENAAA no había logrado trascender sectores específicos que siempre habían sido los opositores más férreos contra López Obrador y porque su líder, Gilberto Lozano, ahuyentaba a mucha gente que también se encuentra inconforme con el régimen, pero que no le gustaba su perfil demagógico y estridente.
FRENAAA tiene presencia en muchas urbes de México, pero no había logrado convocar en ninguna de éstas a una cantidad de gente tal que pueda preocupar al régimen.
Además, se corría el riesgo de que el movimiento terminara diluyéndose, ya que FRENAAA prometía algo que no puede cumplir y es hacer que AMLO renuncie. FRENAAA se estaba estancando, ya no crecía en número y algunas “tomas de plazas” lo habían dejado patente. Incluso la presencia de FRENAAA podía fortalecer la narrativa de AMLO: “toda la gente va en auto, son fifís”.
Sin embargo, lo que ocurrió en el Zócalo de la CDMX le dio nuevos bríos al movimiento.
Quizás no pueden hacer que AMLO renuncie, pero sí pueden desgastar su imagen y esta vez lo hicieron. El Zócalo es un lugar sagrado para López Obrador, es parte de su espacio vital y no iba a dejar que lo ocuparan; sin embargo, este sábado, integrantes del Frente Nacional Anti AMLO (FRENAAA) realizaron una nueva marcha en calles de la Ciudad de México, para exigir la renuncia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al grito de ¡Fuera López! un numeroso contingente salió de las inmediaciones del Monumento a la Revolución y avanzó sobre Avenida Juárez, para llegar a la plancha del Zócalo capitalino, en donde se unieron al plantón que ya sostenían otros miembros del Frente desde el pasado 25 de septiembre.
Durante su paso por las calles capitalinas, los manifestantes lanzaron consignas contra el presidente López Obrador, al tiempo que aseguraron, buscaban reunir a más de 100,000 personas para demostrar al mandatario que sí existe tal cantidad de gente que exige su renuncia.
Organizadores de la marcha explicaron que en el Monumento a la Revolución asistieron tres notarios públicos, quienes repartieron los números impresos para comprobar la cifra de asistencia.
FRENAAA aseguró que se le acabaron los papelitos y asistieron a la marcha más de 150 mil personas, mientras que los seguidores de AMLO afirman que sólo 15 mil personas.
Por lo anterior, hoy podemos decir que FRENAAA logró asestarle un golpe al presidente porque hicieron una apuesta: desgastarlo.
Hoy las casas de campaña se quedarán en el Zócalo, ahí acechando en frente de la oficina a donde despacha López Obrador, como para recordarle que no todo el pueblo está con él, ya que las minorías también existen.
Sin embargo, en las próximas elecciones se verá la realidad, Hidalgo y Coahuila, un termómetro de lo que sucederá en 2021.
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