En Hidalgo como en muchos otros estados, en cada administración de gobierno, sea cualquiera de sus esferas, ejecutivo, legislativo o judicial, los secretarios, directivos o jefes de las distintas dependencias que representan, se han apoderado de ellas, si, así como suena, se sienten los dueños de las instituciones, son siempre los más privilegiados en cuanto a los espacios de oficinas en los edificios públicos, aunque no las ocupen, automóviles y vehículos oficiales utilizandolos para uso personal o de sus achichincles, estacionamiento gratis a veces de doble espacio, mobiliario y equipos de cómputo de primera tecnología, papelería, viaticos y demás gastos generales ilimitados, y que decir de sus horarios laborales abiertos, pues presumen los angelitos de ser “patrones” sin mencionar los recursos humanos que tienen a su disposición según sea cada caso, guardias de seguridad, choferes, secretarios particulares y privados, auxiliares administrativos y ayudantes generales, de preferencia “guapitos y buenonas” o los mandan operar, sin mencionar que hacen su agosto con sus recomendados, familiares o amigos, y en ocaciones amantes o parejas sentimentales, dándoles puestos claves con buenos sueldos y goces de horarios (aviadores) de los cuales llevan también su moche o su porcentaje monetario, pasando por alto el profesionalismo y la ética, al puro estilo neoliberal del nepotismo y compadrazgo.
Este tipo de personas carecen de valores y principios, de vocación cívica y profesional, de humanismo, sensibilidad y empatía, nada más hay que mirar el trato que tienen hacia los trabajadores en dichos organismos e instituciones; donde abusan de los horarios de los empleados, de sus prestaciones y días de descanso, dependen totalmente del color de su partido político para chantajearlos y decirles “pónganse la camiseta” “sean institucionales” se hacen “amigos” con otros partidos a través de “acuerdos políticos”, hipócritas, se olvidan de los valores y principios que son antes de los acuerdos o convenios políticos, a los pocos días sufren de amnesia de lo que implica su cargo de representación y servicio al individuo, “maestros del disfraz” para obtener sus propios beneficios e intereses personales, nunca para el bienestar de los usuarios, con esta pandemia muestran su ineficiencia no solo en sus cargos públicos, sino también en el cuidado y protección de la salud de civiles y empleados.
Y que decir del trato hacia el público en general, son clasistas, racistas, discriminatorios, revisen sus agendas y verán que nunca atienden al pobre, al necesitado, su objetivo primordial es el dinero, sea por remuneración de sus altos sueldos o de “tranzas” de lo que caiga y cómo caiga, su meta siempre será enriquecerse a costa del erario, nada más miren sus nuevas casas, sus carros, empresas, negocios, sus armarios, comilonas y hasta cirugías plásticas, después es por la ambición de poder, para mantener su status, su dios y religión el dinero, superfluos primitivos, que no tienen llenadero, se justifican diciendo que deben seguir en dichos puestos por carrera política o currículum vitae, de lo cual carecen, pues no están ahí por méritos o por decisión del pueblo, la mayoría llegaron a sus cargos por influyentismo, con honrosas excepciones.
Por otro lado están los trabajadores de adorno, que solo cumplen el mínimo de sus funciones, con horarios flexibles y a modo, pues ellos no tienen checadores, ademas pueden tener o realizar otros trabajos en sus áreas y horarios oficiales, con tener una pizca de vocación profesional, prestan sus servicios, opacos, despotas y acomplejados, ya sea porque han trabajado un periodo largo en tal o cual institución, porque ya tienen asegurada su plaza, por protección de sus sindicatos o porque vienen muy bien recomendados, minimizan las opiniones de los de nuevo ingreso, se sienten superiores de quienes tienen diferentes ideologías y labores (policías, encargados de limpieza, choferes, auxiliares, secretarias, etc.) pues para ellos están por debajo de su escala piramidal, posición económica o social, para ellos son inferiores en ese sistema laboral vertical.
La mayoría de los trabajadores en esa supuesta línea laboral ficticia y obsoleta, carecen muchas veces de espacios o de herramientas necesarias para la realización de sus trabajos, se sienten impotentes para denunciar ante las instancias legales correspondientes, el abuso del autoritarismo de sus jefes, por miedo a perder sus trabajos y desestabilizar su economía familiar, intimidados porque los van a renunciar, a cambiar de área o lugar laboral, eso si bien les va, aún cuando son vulnerados sus derechos más indispensables, son tratados como máquinas, programados para imitar, sin pensar, mucho menos cuestionar, son recursos desechables, así, los derechos humanos y la carabina de Ambrosio, son una broma en nuestra sociedad civil, sin ninguna oportunidad legal en nuestra jerárquica sociedad.
Todo esto se da a plena vista, basta con visitar cualquier dependencia de gobierno, en cada sexenio, en cada cambio de administración, es lo mismo, al saber quien será el próximo gobernador, presidente, secretario, magistrado, juez, congresista o fiscal y esperar las designaciones de sus directivos o jefes de área, para entender el totalitarismo “viva el rey, muera el rey” acostumbrados a un sistema autoritario-imperialista, lleno de “lambiscones y lame botas” para la continuidad de sus puestos, afectan nuevamente el funcionamiento de todo el aparato gubernamental y por ende los servicios de cada institución, donde el más afectado es y será siempre el usuario, es decir, el pueblo ¡¡chingao!!
Despierta hidalguense, despierta mexicano, exige cuentas, exige tus derechos, denuncia el mal manejo de los gobiernos amañados, exhibe la ineptitud de sus funcionarios, la deficiencia en los servicios públicos y el abuso de poder, infórmate y denuncia, estamos realizando mesas de trabajo en contra de estos parásitos, no seas parte de la hipertrofia en los organismos gubernamentales, que están para nuestro servicio, de los cuales los corruptos se han apoderado.
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*Hipertrofia: Desarrolló excesivo o aumento desmesurado y perjudicial de una cosa u órgano debido a un aumento del tamaño de sus células.

Este tipo de personas carecen de valores y principios, de vocación cívica y profesional, de humanismo, sensibilidad y empatía, nada más hay que mirar el trato que tienen hacia los trabajadores en dichos organismos e instituciones; donde abusan de los horarios de los empleados, de sus prestaciones y días de descanso, dependen totalmente del color de su partido político para chantajearlos y decirles “pónganse la camiseta” “sean institucionales” se hacen “amigos” con otros partidos a través de “acuerdos políticos”, hipócritas, se olvidan de los valores y principios que son antes de los acuerdos o convenios políticos, a los pocos días sufren de amnesia de lo que implica su cargo de representación y servicio al individuo, “maestros del disfraz” para obtener sus propios beneficios e intereses personales, nunca para el bienestar de los usuarios, con esta pandemia muestran su ineficiencia no solo en sus cargos públicos, sino también en el cuidado y protección de la salud de civiles y empleados.
Y que decir del trato hacia el público en general, son clasistas, racistas, discriminatorios, revisen sus agendas y verán que nunca atienden al pobre, al necesitado, su objetivo primordial es el dinero, sea por remuneración de sus altos sueldos o de “tranzas” de lo que caiga y cómo caiga, su meta siempre será enriquecerse a costa del erario, nada más miren sus nuevas casas, sus carros, empresas, negocios, sus armarios, comilonas y hasta cirugías plásticas, después es por la ambición de poder, para mantener su status, su dios y religión el dinero, superfluos primitivos, que no tienen llenadero, se justifican diciendo que deben seguir en dichos puestos por carrera política o currículum vitae, de lo cual carecen, pues no están ahí por méritos o por decisión del pueblo, la mayoría llegaron a sus cargos por influyentismo, con honrosas excepciones.
Por otro lado están los trabajadores de adorno, que solo cumplen el mínimo de sus funciones, con horarios flexibles y a modo, pues ellos no tienen checadores, ademas pueden tener o realizar otros trabajos en sus áreas y horarios oficiales, con tener una pizca de vocación profesional, prestan sus servicios, opacos, despotas y acomplejados, ya sea porque han trabajado un periodo largo en tal o cual institución, porque ya tienen asegurada su plaza, por protección de sus sindicatos o porque vienen muy bien recomendados, minimizan las opiniones de los de nuevo ingreso, se sienten superiores de quienes tienen diferentes ideologías y labores (policías, encargados de limpieza, choferes, auxiliares, secretarias, etc.) pues para ellos están por debajo de su escala piramidal, posición económica o social, para ellos son inferiores en ese sistema laboral vertical.
La mayoría de los trabajadores en esa supuesta línea laboral ficticia y obsoleta, carecen muchas veces de espacios o de herramientas necesarias para la realización de sus trabajos, se sienten impotentes para denunciar ante las instancias legales correspondientes, el abuso del autoritarismo de sus jefes, por miedo a perder sus trabajos y desestabilizar su economía familiar, intimidados porque los van a renunciar, a cambiar de área o lugar laboral, eso si bien les va, aún cuando son vulnerados sus derechos más indispensables, son tratados como máquinas, programados para imitar, sin pensar, mucho menos cuestionar, son recursos desechables, así, los derechos humanos y la carabina de Ambrosio, son una broma en nuestra sociedad civil, sin ninguna oportunidad legal en nuestra jerárquica sociedad.
Todo esto se da a plena vista, basta con visitar cualquier dependencia de gobierno, en cada sexenio, en cada cambio de administración, es lo mismo, al saber quien será el próximo gobernador, presidente, secretario, magistrado, juez, congresista o fiscal y esperar las designaciones de sus directivos o jefes de área, para entender el totalitarismo “viva el rey, muera el rey” acostumbrados a un sistema autoritario-imperialista, lleno de “lambiscones y lame botas” para la continuidad de sus puestos, afectan nuevamente el funcionamiento de todo el aparato gubernamental y por ende los servicios de cada institución, donde el más afectado es y será siempre el usuario, es decir, el pueblo ¡¡chingao!!
Despierta hidalguense, despierta mexicano, exige cuentas, exige tus derechos, denuncia el mal manejo de los gobiernos amañados, exhibe la ineptitud de sus funcionarios, la deficiencia en los servicios públicos y el abuso de poder, infórmate y denuncia, estamos realizando mesas de trabajo en contra de estos parásitos, no seas parte de la hipertrofia en los organismos gubernamentales, que están para nuestro servicio, de los cuales los corruptos se han apoderado.
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*Hipertrofia: Desarrolló excesivo o aumento desmesurado y perjudicial de una cosa u órgano debido a un aumento del tamaño de sus células.

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