Salud mental, la agenda pendiente.



3/09/21

La semana pasada circulo en la cuenta de Facebook de la: “Dirección de Seguridad Publica, Tránsito y Vialidad de Pachuca de Soto” la narración de un reporte de una persona de la tercera edad que se encontraba en calidad de “extraviada” en las inmediaciones de Valles de Pachuca, al llegar al lugar los oficiales encontraron a una mujer sentada sobre la calle, al proceder con la entrevista correspondiente dijo llamarse Emma Miranda Rodríguez, contar con una edad de 57 años, ser originaria de la Ciudad de México y padecer de Esquizofrenia por lo cual no sabía regresar a su lugar a su domicilio.

Se procedió a un recorrido por parte de los oficiales para averiguar si pertenecía algún domicilio dentro del perímetro, sin obtener resultados positivos, por lo cual la mujer fue trasladada a las instalaciones de seguridad pública, para pronto proceder a realizar una búsqueda en las plataformas de “Personas Extraviadas”, así como una valoración médica, y la intervención del Sistema DIF Municipal para el resguardo en el albergue local.

Para el día Sábado 21, se realizó una valoración en el Hospital Psiquiátrico Villa Ocaranza, donde se dio la atención y se proporcionó el psicofármaco correspondiente, posterior a una serie de entrevista se pudo localizar el domicilio con apoyo de trabajadoras sociales y psicólogas, lo que resulto en un traslado a la Delegación Tlalpan, donde los familiares manifestaron no saber nada de la señora Miranda desde hace cuatro años.

Un final feliz, sin embargo esto nos hace reflexionar sobre un fenómeno que nadie quiere atender, y que es cada vez más evidente el crecimiento de poblaciones de personas en situación de calle o indigentes, ¿Cuántos de ellos se encontraran en la misma historia narrada?, ¿Cuántos requieren de un apoyo y servicio de salud mental para regresar a sus hogares?.

Las preguntas son bastantes sin embargo, una cosa es tangible, el estado sigue sin fungir su rol de “garante”, las instancias públicas distan del servicio en materia de salud psicológica, y seguimos escuchando y leyendo en sus cuentas de “face” de los nuevos diputados que continuarán con la agenda de la 4T, mientras que la verdadera agenda social sigue pendiente.