¿Qué sean juzgados los exgobernadores de Hidalgo?



Julio Gálvez 

El periodo gubernamental encabezado por Murillo Karam, coincidiendo con la administración de Salinas, marcó el surgimiento de lo que se conoce como el "capitalismo de cuates" en Hidalgo. Este fenómeno, caracterizado por la colaboración estrecha entre políticos privilegiados y miembros de la alta sociedad, resultó en un control gubernamental destinado a enriquecerse amparados por el poder, estableciendo conexiones corruptas con empresarios y prestanombres cuates.

Este modelo, evidenciado en casos como el respaldo gubernamental al Club Pachuca, generó un desequilibrio en el desarrollo de Hidalgo; la entrega furtiva de notarías y concesiones de taxis a políticos, priorizando los intereses de unos pocos privilegiados en detrimento del progreso general, como en el caso de Uber, afecta negativamente la libre competencia y el sano funcionamiento del mercado, consolidando así el poder en manos de unos cuantos.

Como resultado, Hidalgo se encuentra actualmente entre los cinco estados más pobres de México, con escasas oportunidades de atracción de inversión extranjera debido al arraigado "capitalismo de cuates". 

La necesidad de realizar una consulta popular (la cual puede solicitar cualquier ciudadano ante el INE para reunir las firmas) y preguntar a la gente si es oportuno evaluar la gestión de los ex gobernadores en Hidalgo se vuelve crucial, considerando el enriquecimiento notable y súbito durante sus periodos en cargos públicos, por lo que debe verificarse si este tema es de interés público. 

Este ejercicio jurídico de participación ciudadana no solo busca hacer justicia, sino también sentar las bases para un cambio que permita a Hidalgo liberarse de las ataduras del capitalismo de cuates y avanzar hacia un desarrollo más equitativo y sostenible.