Desde el 21 de enero de 2025, la República Democrática del Congo enfrenta una crisis sanitaria debido a una enfermedad desconocida que ha causado la muerte de al menos 53 personas y ha afectado a 419 más en la provincia de Équateur. Los brotes se concentran en dos aldeas remotas: Boloko y Bomate, separadas por más de 190 kilómetros, lo que ha generado preocupación entre las autoridades de salud.
El brote en Boloko se originó tras la muerte de tres niños que consumieron un murciélago y fallecieron en menos de 48 horas. En Bomate, se han registrado más de 400 casos, algunos de los cuales han dado positivo para malaria. Sin embargo, la causa exacta de la enfermedad sigue siendo desconocida.
Los síntomas reportados incluyen fiebre, escalofríos, dolores corporales y diarrea. Aunque inicialmente se sospechó de enfermedades hemorrágicas como el ébola, las pruebas han descartado esta posibilidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está investigando otras causas posibles, como fiebre hemorrágica viral, intoxicación alimentaria o hídrica, fiebre tifoidea y meningitis.
La rápida progresión de la enfermedad, que en algunos casos lleva al fallecimiento en 48 horas, ha generado alarma. El Dr. Serge Ngalebato, director médico del Hospital de Bikoro, expresó su preocupación: "Eso es lo que realmente preocupa".
La respuesta al brote se ha visto obstaculizada por la ubicación remota de las aldeas y la infraestructura sanitaria limitada. Expertos de la OMS y del gobierno congoleño han sido desplegados para investigar y contener la propagación. Se enfatiza la necesidad de medidas urgentes para mejorar las capacidades de diagnóstico, manejo de casos, aislamiento y vigilancia.
Este incidente resalta la vulnerabilidad de las comunidades rurales en el Congo ante enfermedades zoonóticas, especialmente en áreas donde el consumo de animales silvestres es común. La OMS ha señalado un aumento del 60% en brotes de enfermedades transmitidas de animales a humanos en África en la última década, subrayando la necesidad de vigilancia y prevención continuas.
Mientras las investigaciones continúan, las autoridades sanitarias instan a la población a evitar el consumo de animales silvestres y a reportar cualquier síntoma sospechoso de inmediato para prevenir una mayor propagación de la enfermedad.