
Ricardo Montoya.
En lo que ya se ha vuelto una terrible y preocupante costumbre en el estado de Guanajuato, se suscitó una nueva masacre otra vez en Apaseo El Grande, la noche del jueves.
El ataque armado de un grupo de sicarios se suscitó en la localidad de San José Agua Azul, con un saldo siete personas muertas entre ellas una mujer.
También hubo seis personas más lesionadas.
De acuerdo a información preliminar el violento hecho se registró en el panteón de dicha comunidad en donde las víctimas se encontraban aparentemente construyendo la tumba de un familiar, cuando un comando armado los agredió con armas de fuego de diversos calibres para posteriormente huir del lugar abordo de una camioneta de color negro con rumbo desconocido.
Minutos después, autoridades federales, estatales y municipales se presentaron en el lugar para realizar las diligencias correspondientes.
La noche del pasado 8 de noviembre de 2024, un grupo de gatilleros abrió fuego contra las personas que se encontraban en la zona comercial conocida cómo El Trébol, a la entrada de la cabecera municipal de Apaseo El Grande.
En el lugar, donde hay puestos de venta de cajeta y souvenirs así como de tacos y tortas, murieron ocho personas.Dos más resultaron heridas.
Una de las víctimas mortales fue Ricardo Eduardo López Ortega, paramédico de traslado adscrito al sector Cortázar del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG).
También fueron asesinados dos rescatistas pertenecientes al Cuerpo de Bomberos: Fernando Ulises Ramírez Vázquez, trabajador de la Brigada de Emergencia de la Planta Toyota, y Alejandro Ortega, "tragahumo" de Apaseo el Grande.
Desde hace una década, sicarios del Cartel Jalisco Nueva Generación y de Santa Rosa de Lima protagonizan una sangrienta guerra para apoderarse de la plaza de esa entidad gobernada por el Partido Acción Nacional.