Creciente inseguridad



La inseguridad en Hidalgo comienza a cobrar dimensiones alarmantes. En las últimas semanas, el estado ha sido testigode un incremento en los actos de violencia y delitos que amenazan la tranquilidad y el bienestar de sus habitantes.

Con enfrentamientos armados y asesinatos, hasta delitos comunes como asaltos y desapariciones, la falta de seguridad ha permeado en las calles, a grado tal de generar temor y desconfianza en gran parte de la población.

Desafortunadamente este fenómeno no es reciente; refleja, en parte, las fallas estructurales en las políticas de seguridad, la corrupción y la impunidad que han sembrado incertidumbre en la sociedad hidalguense.

Si bien autoridades de gobiernos anteriores se dedicaron a minimizar el problema, en lugar de atacarlo con acciones contundentes, la actual administración que encabeza Julio Menchaca Salazar no sólo ha cometido el mismo error, sino que incluso pareciera que solapa el actuar de algunos grupos criminales, tal y como lo hizo a nivel federal el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Como resultado de ello, la suma de una presencia de delincuentes que operan con impunidad, la insuficiente inversión en órganos de justicia y la falta de una estrategia integral de prevención, contribuye ahora a que la violencia en la entidad se convierta en una constante en la vida cotidiana.

Prueba de la situación que se enfrenta en Hidalgo, es que tan sólo este domingo 27 de abril el estado fue escenario de una jornada marcada por la violencia, con el asesinato de tres hombres.

El primer hecho se registró durante la madrugada en la comunidad de La Trinidad, municipio de Cuautepec de Hinojosa, en donde se ubicó una camioneta que presentaba múltiples impactos de bala. En el interior fue encontrado una persona sin signos vitales.

Horas después se reportó otro homicidio en Tulancingo. Elementos policiacos recibieron el aviso sobre un lesionado por arma blanca en el Andador 4 de la colonia Adolfo López Mateos.

Al llegar, los uniformados encontraron a un joven de 20 años de edad, que presentaba manchas de sangre. Paramédicos confirmaron que la víctima había fallecido debido a tres heridas.

En la tarde del mismo domingo, un hombre fue hallado sin vida dentro de un vehículo en Tula de Allende. Agentes realizaban recorridos de vigilancia cuando, tras un reporte de detonaciones de arma de fuego en el Libramiento San Pedro, a la altura del Hotel Escorpión, localizaron un automóvil Volkswagen Jetta blanco con placas del estado de Hidalgo, el cual presentaba múltiples impactos de bala.

Dese esta perspectiva, es necesario recalcar que la inseguridad no solo afecta la estabilidad social y económica de la entidad, sino que también pone en jaque los derechos fundamentales de las personas. Los empresarios no quieren invertir, los estudiantes temen transitar por las calles y las familias viven en constante alerta, lo que limita el desarrollo y la cohesión social.

Por tanto, es imperativo que las autoridades asuman su responsabilidad con urgencia y eficacia. Se requiere una estrategia que involucre a las fuerzas policiacas, el sistema judicial, las organizaciones civiles y la sociedad civil en general. La prevención, la atención a las víctimas y la justicia efectiva deben ser las prioridades para devolver la tranquilidad a las comunidades.

El gobierno debe tener muy en claro que la inseguridad es un problema que no puede ser relegado ni minimizado; demanda acciones concretas, transparencia y un compromiso genuino para construir un Hidalgo más seguro, justo y digno para todos sus habitantes. La historia y el presente exigenactuar con decisión antes de que la violencia cobre más vidas y termine por desintegrar el tejido social del estado.