
Alonso Quijano
El pasado lunes 28 de abril a las 6 de la tarde, se llevó a cabo en las instalaciones del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Hidalgo un debate político organizado por Tonatiuh Herrera, en donde fue invitado Marco Rico Mercado, presidente estatal del partido. El tema central: la creciente inconformidad entre las bases fundadoras y grupos de izquierda por la llegada de políticos “chapulines”, desplazando a quienes construyeron Morena desde abajo.
Durante el encuentro, el Dr. Julio Gálvez, director del medio El Nuevo Gráfico, tomó la palabra para cuestionar de manera directa al presidente estatal, ante rumores de que a Marco Rico no le agradan las publicaciones que este medio ha hecho sobre la situación actual del partido. “Lo que se publica en El Nuevo Gráfico es el reflejo del sentir colectivo de miles de militantes históricos y sectores de izquierda, que ven cómo se premia a expriistas, expanistas improvisados en políticas para el pueblo, mientras se excluye a quienes llevan años defendiendo este movimiento”, expresó el también abogado y periodista.
En su intervención, Gálvez hizo una crítica estructurada a cinco aspectos clave que, según él, explican la crisis de identidad y rumbo que vive Morena Hidalgo:
Sin embargo, uno de los momentos más tensos del evento surgió cuando Gálvez evidenció un punto particularmente delicado: la observación hecha por la Unidad de Fiscalización del INE respecto a sobrecostos de hasta el 130% en las actividades de gasto programado de Morena Hidalgo durante el ejercicio fiscal 2024.

“Hay sobrecosto hasta en las galletas que reparten en los eventos”, acusó con firmeza, señalando que estos gastos inflados no solo vulneran la legalidad del manejo financiero partidista, sino que también representan una falta de respeto a la militancia que trabaja con recursos mínimos por convicción. La crítica fue directa: mientras se excluye a los cuadros históricos, se gasta sin control en eventos propagandísticos con fines de promoción personal.
Este ejercicio de diálogo, inédito en lo que va del año, fue considerado por varios asistentes como un primer acercamiento necesario, aunque todavía muy limitado. Las bases dejaron claro que no están dispuestas a callar más, y que si Morena no rectifica su rumbo en Hidalgo, perderá el respaldo moral de quienes alguna vez creyeron en él como una herramienta de transformación real.
Durante el encuentro, el Dr. Julio Gálvez, director del medio El Nuevo Gráfico, tomó la palabra para cuestionar de manera directa al presidente estatal, ante rumores de que a Marco Rico no le agradan las publicaciones que este medio ha hecho sobre la situación actual del partido. “Lo que se publica en El Nuevo Gráfico es el reflejo del sentir colectivo de miles de militantes históricos y sectores de izquierda, que ven cómo se premia a expriistas, expanistas improvisados en políticas para el pueblo, mientras se excluye a quienes llevan años defendiendo este movimiento”, expresó el también abogado y periodista.
En su intervención, Gálvez hizo una crítica estructurada a cinco aspectos clave que, según él, explican la crisis de identidad y rumbo que vive Morena Hidalgo:
- Traición a los ideales del movimiento.
- Discriminación interna de las bases fundadoras.
- Pérdida de identidad política.
- Simulación de procesos democráticos.
- Desprecio a quienes construyeron el movimiento desde la resistencia.
Además, como parte de su participación, el director de El Nuevo Gráfico expuso propuestas claras para recomponer el camino del partido en Hidalgo:
- Reconocer el error de entregar espacios a expriistas y oportunistas.
- Reintegrar a las bases históricas con la creación de los comités municipales de Morena.
- Aplicar filtros éticos e ideológicos estrictos a candidaturas y funcionarios.
- Retomar los principios fundacionales: honestidad, justicia social y democracia interna.
- Frenar la discriminación política contra militantes auténticos.

“Hay sobrecosto hasta en las galletas que reparten en los eventos”, acusó con firmeza, señalando que estos gastos inflados no solo vulneran la legalidad del manejo financiero partidista, sino que también representan una falta de respeto a la militancia que trabaja con recursos mínimos por convicción. La crítica fue directa: mientras se excluye a los cuadros históricos, se gasta sin control en eventos propagandísticos con fines de promoción personal.
Este ejercicio de diálogo, inédito en lo que va del año, fue considerado por varios asistentes como un primer acercamiento necesario, aunque todavía muy limitado. Las bases dejaron claro que no están dispuestas a callar más, y que si Morena no rectifica su rumbo en Hidalgo, perderá el respaldo moral de quienes alguna vez creyeron en él como una herramienta de transformación real.