Si ingresas, te cazaremos: EE.UU. lanza campaña en TV abierta Mexicana



Jorge Montejo 

Una campaña mediática sin precedentes está siendo transmitida en la televisión mexicana y de varios países de Sudamérica, en la que el gobierno de Estados Unidos lanza un mensaje frontal, agresivo y amenazante contra los migrantes que buscan llegar a su territorio de forma irregular. Bajo el lema “NO SOMOS BIENVENIDOS” y con la advertencia contundente: “Si ingresas, te cazaremos”, los anuncios han comenzado a emitirse al menos desde el 3 de abril a través del Canal de las Estrellas de Televisa en México.

En el mensaje, que ya ha causado indignación entre activistas de derechos humanos y sectores defensores de los migrantes, se escucha la voz de un narrador que dice: “Si estás pensando en ingresar a América ilegalmente, ni siquiera lo pienses. Si vienes a nuestro país y rompes nuestras leyes, te cazaremos”. La campaña busca disuadir a quienes planean cruzar la frontera sur de Estados Unidos, apelando al miedo y al endurecimiento de las políticas migratorias. 

La difusión de estos anuncios en cadenas nacionales de televisión en países vecinos representa una escalada notable en la retórica antiinmigrante. Más allá de los operativos fronterizos y acuerdos bilaterales para contener el flujo migratorio, ahora el gobierno estadounidense recurre a los medios masivos para enviar un mensaje que raya en el lenguaje bélico, equiparando la migración con una “invasión” que debe ser repelida.

En México, la transmisión de este tipo de mensajes por parte de una televisora como Televisa —de alcance nacional y con una enorme audiencia— ha levantado cuestionamientos sobre la complicidad mediática en la criminalización de los flujos migratorios. También ha generado interrogantes sobre los acuerdos políticos y económicos que permiten este tipo de propaganda en territorio mexicano.

Mientras miles de personas huyen de sus países por razones de pobreza, violencia o persecución política, el gobierno estadounidense responde no con empatía ni soluciones estructurales, sino con un mensaje hostil que reduce a los migrantes a potenciales delincuentes a los que hay que “cazar”.

La campaña también expone las contradicciones en la política exterior de Washington: por un lado, se promueven discursos de derechos humanos, y por otro, se diseminan amenazas en horario estelar contra quienes buscan una oportunidad de vida. La violencia simbólica de estos anuncios se suma al ya complejo panorama migratorio en el continente.

Hasta el momento, ni la Casa Blanca ni la embajada de Estados Unidos en México han ofrecido una postura oficial sobre el contenido exacto, duración o presupuesto de esta campaña. Lo que sí es evidente es que la administración estadounidense ha decidido redoblar sus esfuerzos de disuasión migratoria cruzando las fronteras mediáticas, aun a costa del discurso humanitario que tantas veces presume.