
#Opinión | Jorge Montejo
En Hidalgo, la cultura no solo enriquece el alma, sino también las carteras. Así lo demuestra la reciente inauguración del Centro Cultural Hidalguense / Ben Gurión, un proyecto que, además de ser un espacio para el disfrute del arte, resulta ser una jugada maestra para asegurar las rumoradas inversiones de personajes como Juan Carlos Martínez y Omar Fayad. Porque aquí, como en la vieja escuela neoliberal priista hidalguense, primero están los negocios, después el arte.
La historia se repite. Si hace unos años el exgobernador Manuel Ángel Núñez Soto decidió que el Club Pachuca necesitaba un empujoncito —léase terrenos regalados para su zona plateada—, ahora la tendencia parece continuar con nuevas formas de asegurarse que la plusvalía beneficie siempre a los mismos de siempre. Porque, claro, ¿quién podría imaginar un Hidalgo donde la cultura llegue a las colonias más pobres? ¡No exageremos! Para esos barrios ya hay parques, aunque quizás no tan “culturales” como los de Zona Plateada.
La cultura en Hidalgo siempre tiene un toque de elegancia y exclusividad. No es para todos, porque eso de democratizar los espacios públicos puede generar problemas: ¿qué tal si de repente la gente común empieza a creer que merece lo mismo que la élite política? ¡Cuidado con esas ideas peligrosas!
Y claro, mientras se cortaba el listón del flamante Centro Cultural, muchos se preguntaban si este tipo de proyectos no son más que otro capítulo de la misma historia: usar el arte y la cultura como cortina para legitimar inversiones personales. Porque en Hidalgo, el progreso siempre llega primero a donde ya hay progreso, mientras las colonias pobres siguen siendo las mismas de siempre, pero eso sí, con parques de dudosa estética y cero plusvalía.
Así que, mientras los reflectores alumbran el nuevo centro cultural, los vecinos de zonas olvidadas podrán al menos ver cómo brilla la inversión de los de siempre, porque en este estado, como dicen por ahí, “la cultura enriquece… pero solo a unos cuantos”.
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Pd. Próximamente se publicarán los contratos del gobierno a empresas vinculadas al empresario Juan Carlos Martínez, desde la época de Omar Fayad.