Lucio Pegoraro reivindica en Hidalgo la Carta del Manden, la primera constitución africana de derechos humanos



Julio Gálvez

En una conferencia magistral que combinó erudición histórica, análisis jurídico y una profunda reflexión cultural, el doctor Lucio Pegoraro, profesor de la Universidad de Bolonia, Italia, expuso en Hidalgo la importancia de la Carta del Manden —también conocida como Kurukan Fuga—, como uno de los documentos fundacionales del constitucionalismo moderno y un antecedente milenario de los derechos humanos.

La ponencia, titulada “Mama Africa: la Carta del Manden y los orígenes del constitucionalismo moderno”, tuvo lugar el pasado 15 de mayo en el auditorio Benito Juárez García del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, como parte del ciclo “Pláticas Jurídicas Informales”. El evento contó con la presencia del magistrado Jorge Antonio Torres Regnier, impulsor del encuentro, así como de juristas, académicos y estudiantes de diversas instituciones. 



Durante su intervención, el doctor Pegoraro resaltó que el Kurukan Fuga, proclamado en 1235 por el emperador Sundiata Keïta en el Imperio de Malí, contenía ya una estructura jurídica que reconocía principios como el respeto a la vida humana, la libertad individual, la justicia restaurativa, la solidaridad, el derecho al alimento y la abolición de la esclavitud. “Muchos de estos derechos fueron positivizados siglos antes de que Europa los consagrara en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789”, afirmó.

La Carta del Manden, transmitida por tradición oral a través de los griots o djeli —guardianes de la memoria histórica africana— fue inscrita en 2009 por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Está estructurada en siete estrofas poéticas y 44 decretos, agrupados en cuatro grandes temas: organización social, derechos fundamentales, protección del medio ambiente y responsabilidades personales.

Pegoraro subrayó la omisión sistemática de estos documentos en los programas de derecho y en el pensamiento jurídico dominante, lo cual calificó como una forma de “colonialismo epistémico”. Invitó a repensar el constitucionalismo desde una perspectiva más amplia, incluyente y plural, que reconozca la sabiduría jurídica de otros pueblos y civilizaciones.

“No deberíamos limitarnos a estudiar únicamente los textos europeos o norteamericanos. También nuestros pueblos originarios en América Latina, y en particular en México, han producido formas jurídicas que reconocen derechos humanos, formas de organización social y principios normativos que siguen vigentes, aunque no estén escritos en papel”, reflexionó el catedrático italiano.

La visita del doctor Pegoraro a Hidalgo representa un hito en la apertura del diálogo jurídico hacia otras latitudes históricas. Su exposición no solo recuperó la memoria africana, sino que lanzó un llamado a valorar las raíces jurídicas propias, muchas veces ignoradas por el formalismo académico. 

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El suscriptor de este artículo con el doctor Pegoraro