España se posiciona como uno de los países con mayor prevalencia en el consumo de cocaína a nivel mundial, de acuerdo con los datos presentados en el Informe Europeo sobre Drogas 2025. El estudio señala que el 13.3% de la población española entre 15 y 64 años ha consumido esta sustancia al menos una vez en su vida, lo que representa el porcentaje más alto dentro de la Unión Europea.
Esta cifra supera ampliamente a otros Estados miembros, como Francia y Dinamarca (ambos con un 9.4%), así como a Países Bajos (8%). A nivel global, España se encuentra junto a naciones como el Reino Unido, Australia y Estados Unidos, que también presentan índices elevados de consumo.
El informe se sustenta en diferentes fuentes de información, incluyendo encuestas nacionales, análisis de aguas residuales y datos de incautaciones. En conjunto, estos indicadores reflejan una tendencia sostenida en el consumo de cocaína en territorio español durante los últimos años.
Especialistas en salud pública y criminología señalan diversos factores que pueden incidir en esta situación, como la ubicación geográfica de España —clave en las rutas internacionales del narcotráfico—, la disponibilidad del estupefaciente, y ciertos patrones culturales vinculados al consumo recreativo.
Frente a este panorama, tanto las autoridades nacionales como las instituciones europeas insisten en la necesidad de fortalecer políticas de prevención, intervención temprana y tratamiento especializado, así como de reforzar la cooperación internacional para reducir la oferta y mitigar los riesgos asociados al uso de sustancias psicoactivas.
El caso español subraya la importancia de continuar evaluando y actualizando las estrategias de salud pública y seguridad, frente a un fenómeno complejo que requiere un enfoque integral y sostenido.