Alonso Quijano
1 de agosto de 2025
El líder nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, logró una victoria táctica en la Cámara de Diputados: la Sección Instructora desechó por unanimidad la solicitud de desafuero en su contra presentada por la Fiscalía de Campeche en 2022, que lo acusaba de enriquecimiento ilícito. Sin embargo, la historia está lejos de cerrarse. Apenas enterraron un expediente y ya desenterraron otro: una nueva solicitud, con cinco denuncias adicionales, fue aceptada para revisión.
Así lo confirmó el diputado Hugo Eric Flores, presidente de la Sección Instructora y miembro de Morena, quien afirmó que el nuevo expediente, promovido por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Campeche, incluye acusaciones por peculado, usurpación de funciones y extralimitación de facultades. No obstante, aclaró que el procedimiento formal para revisar el posible desafuero del senador priista comenzará hasta el inicio del próximo periodo ordinario de sesiones, en septiembre.
“Nosotros vamos a informarle (a Alito) de que hay una nueva solicitud de la fiscalía, pero el procedimiento empezará cuando se admita”, dijo Flores, quien aseguró que todo se hará conforme a derecho y negó cualquier persecución política. El aviso al senador podría enviarse hoy mismo o, en su defecto, el próximo lunes.
Mientras se reactiva la maquinaria legislativa para volver a poner en la mira al exgobernador de Campeche, los dardos cruzan en varias direcciones. El diputado Germán Martínez (PAN), también integrante de la Sección Instructora, aprovechó el momento para lanzar una provocación con doble filo: pidió al gobernador de Tabasco, Javier May, que promueva el desafuero del también senador Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación y uno de los hombres más cercanos a López Obrador.
Martínez señaló que existen “presunciones de hechos ilícitos” durante la gestión de Adán Augusto como gobernador de Tabasco, en especial por los señalamientos que pesan sobre su exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez, relacionado presuntamente con el crimen organizado. “Yo no vengo aquí a ser tapadera de nadie”, dijo, aludiendo también a declaraciones recientes del actual secretario de Gobierno de Tabasco, José Ramiro López Obrador, quien aseguró que “ya está saliendo toda la pudrición”.
El panista no se quedó ahí: lanzó un llamado directo al gobernador May para que “se anime” a presentar la solicitud de desafuero, como ya lo hizo Layda Sansores en Campeche. “A ver si es cierto que ellos son parejos”, remató.
Así, mientras el Congreso camina entre expedientes reciclados y nuevas acusaciones, el tablero político se llena de movimientos calculados. “Alito” esquiva una embestida pero enfrenta otra. Y desde la oposición ya exigen que los señalamientos contra figuras de Morena no queden en el olvido. La política, una vez más, como un juego de espejos donde el fuero se convierte en escudo, moneda de cambio o arma de doble filo.
El líder nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, logró una victoria táctica en la Cámara de Diputados: la Sección Instructora desechó por unanimidad la solicitud de desafuero en su contra presentada por la Fiscalía de Campeche en 2022, que lo acusaba de enriquecimiento ilícito. Sin embargo, la historia está lejos de cerrarse. Apenas enterraron un expediente y ya desenterraron otro: una nueva solicitud, con cinco denuncias adicionales, fue aceptada para revisión.
Así lo confirmó el diputado Hugo Eric Flores, presidente de la Sección Instructora y miembro de Morena, quien afirmó que el nuevo expediente, promovido por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Campeche, incluye acusaciones por peculado, usurpación de funciones y extralimitación de facultades. No obstante, aclaró que el procedimiento formal para revisar el posible desafuero del senador priista comenzará hasta el inicio del próximo periodo ordinario de sesiones, en septiembre.
“Nosotros vamos a informarle (a Alito) de que hay una nueva solicitud de la fiscalía, pero el procedimiento empezará cuando se admita”, dijo Flores, quien aseguró que todo se hará conforme a derecho y negó cualquier persecución política. El aviso al senador podría enviarse hoy mismo o, en su defecto, el próximo lunes.
Mientras se reactiva la maquinaria legislativa para volver a poner en la mira al exgobernador de Campeche, los dardos cruzan en varias direcciones. El diputado Germán Martínez (PAN), también integrante de la Sección Instructora, aprovechó el momento para lanzar una provocación con doble filo: pidió al gobernador de Tabasco, Javier May, que promueva el desafuero del también senador Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación y uno de los hombres más cercanos a López Obrador.
Martínez señaló que existen “presunciones de hechos ilícitos” durante la gestión de Adán Augusto como gobernador de Tabasco, en especial por los señalamientos que pesan sobre su exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez, relacionado presuntamente con el crimen organizado. “Yo no vengo aquí a ser tapadera de nadie”, dijo, aludiendo también a declaraciones recientes del actual secretario de Gobierno de Tabasco, José Ramiro López Obrador, quien aseguró que “ya está saliendo toda la pudrición”.
El panista no se quedó ahí: lanzó un llamado directo al gobernador May para que “se anime” a presentar la solicitud de desafuero, como ya lo hizo Layda Sansores en Campeche. “A ver si es cierto que ellos son parejos”, remató.
Así, mientras el Congreso camina entre expedientes reciclados y nuevas acusaciones, el tablero político se llena de movimientos calculados. “Alito” esquiva una embestida pero enfrenta otra. Y desde la oposición ya exigen que los señalamientos contra figuras de Morena no queden en el olvido. La política, una vez más, como un juego de espejos donde el fuero se convierte en escudo, moneda de cambio o arma de doble filo.
