
Juniors, expriistas, oportunistas, predial y gatopardismo a la hidalguense
#OpiniónPolítica | Jorge Montejo
En Hidalgo, la política nunca decepciona, y menos cuando los actores de esta tragicomedia son los mismos de siempre, solo que ahora con distinto color de camiseta. Morena y el PRI en la entidad son como esos hermanos que juran odiarse, pero siempre aparecen juntos en las fotos familiares. Les gusta decir que son diferentes, que luchan por ideales opuestos, pero sus pleitos son más falsos que un informe de gobierno sin acarreados.
Ahora la nueva distracción viene en forma de un adeudo de predial de más de 800 mil pesos del edificio del PRI en Pachuca. ¡Sí, 800 mil! Tres años de no pagar y aún así con la frente en alto, como si el “Cubo de Colosio” fuera patrimonio cultural intocable. El Ayuntamiento inició un embargo precautorio y, como era de esperarse, los tricolores pusieron el grito en el cielo, interpusieron un amparo y ofrecieron un terrenito como garantía, porque, claro, devolver al pueblo lo robado… pero poquito.
La escena se puso buena cuando desde la trinchera morenista, uno de los juniors de la 4T celebró la jugada con el típico discurso de “justicia para el pueblo”. Y ahí fue donde el PRI, con la dignidad que les queda, respondió que todo era una payasada, que era un tema meramente administrativo y que nadie había embargado nada.
Sin embargo, ¿Son pulgas del mismo perro, para que tanta maroma?
Y mientras unos se desgarran las vestiduras por el predial, la realidad es que detrás de esta pelea de fachada, los expriístas que ahora viven en Morena siguen repartiéndose el pastel político como buenos compadres. Con este reality show digno de Big Brother, pretenden simular que no son iguales, cuando en realidad continúan con sus jugosos negocios al amparo del poder y cada movimiento del guion está escrito por los mismos de siempre. No hay un solo hidalguense que no se haya dado cuenta de que los verdaderos luchadores sociales fueron desplazados, algunos con cargos de quinta en la administración y otros directamente reprimidos. La historia se repite, solo que ahora la protagoniza el PRIMOR.
Así que, en vez de seguir discutiendo por quién se queda con el mérito de embargar o no embargar un edificio viejo, mejor que le cambien el letrero y le pongan lo que es: “SEDE DEL PRIMOR”. Al fin que da igual quién pague el predial si, al final, la cuenta política siempre la cubrimos los ciudadanos.
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P.D. Nosotros lo advertimos desde hace algunos años pero fuimos reprimidos e ignorados, mal informaron al gobernador sus propios juniors. Ahora bienvenidos a la era de la nueva generación de políticos tiktokers, expertos en resolver problemas inexistentes y opinar sobre banalidades desde la comodidad de su privilegio en las redes sociales. Heredaron un partido porque desplazaron a los verdaderos luchadores sociales, no saben trabajar y ahora les quedó tan grande el puesto que lo único que saben hacer es posar para la cámara.