Motines en cárceles de ecuador dejan decenas de muertos en una semana.


En menos de siete días, prisiones de Ecuador se convirtieron nuevamente en escenario de violencia extrema. Un motín en Machala dejó 14 personas muertas y 14 heridas, incluyendo un guardia; apenas horas después, otro enfrentamiento reportado en la cárcel de Esmeraldas elevó la cifra de víctimas hasta al menos 17 fallecidos según autoridades y medios locales.

Las bandas rivales que operan dentro de los centros penitenciarios habrían sido las responsables de los enfrentamientos, en los que se usaron armas, explosivos y se registraron fugas de internos. La Policía Nacional intervino en Machala tras cerca de cuarenta minutos de conflicto; en Esmeraldas, las primeras versiones señalan decapitaciones y agresiones con heridas graves. Las cifras aún no se han confirmado oficialmente en su totalidad.

El sistema penitenciario ecuatoriano atraviesa una crisis prolongada: hacinamiento, control interno por pandillas, fallas en la seguridad y acceso limitado a supervisión externa. Defensores de derechos humanos y organismos independientes advierten que, sin reformas urgentes, estos episodios se repetirán con la misma gravedad.