Ricardo Montoya
La tranquilidad de la colonia Matilde se rompió con un hallazgo digno de una película: detrás de las paredes de una vivienda común, las autoridades descubrieron a cuatro fieras salvajes —dos leones africanos y dos tigres— junto a aves exóticas, todos mantenidos en condiciones irregulares y sin acreditar su procedencia.
El cateo fue realizado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), a través de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y la Unidad Especializada en Delitos contra los Animales, tras una denuncia anónima que advertía que en el sitio se sacrificaban perros.
Cuando los agentes irrumpieron en la casa, se toparon con la escena: los rugidos de un macho y una hembra de león resonaban en el interior, acompañados por la mirada desafiante de una pareja de tigres. En jaulas improvisadas también fueron encontradas aves exóticas, como piezas de un zoológico clandestino.
Los animales quedaron bajo resguardo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), que intervino para garantizar su atención y traslado.
La PGJEH aseguró que continuará con los operativos contra quienes lucran con especies salvajes. Mientras tanto, en Matilde, los vecinos no salen del asombro: nunca imaginaron que a unos metros de sus casas dormían —y rugían— los reyes de la selva.