
Alonso Quijano
Ciudad de México, 9 de octubre de 2025.–
El periodista Carlos Loret de Mola reveló en Latinus que Andrés “Andy” López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, adquirió una obra de arte de la reconocida artista japonesa Yayoi Kusama en marzo de 2024, cuando su padre aún ocupaba la presidencia de la República. Según la investigación, la compra ascendió a medio millón de pesos y fue registrada en Trade Atlas, una de las bases de datos de comercio global más importantes del mundo.
El documento de importación, fechado el 15 de marzo de 2024, detalla que “Andy” López introdujo al país una “pintura hecha a mano enmarcada”, enviada desde una galería de Tokio. La obra, de acuerdo con el reporte, fue recibida en el domicilio ubicado en la calle Odontología número 57, en la Ciudad de México, un departamento que el propio López Obrador adquirió en 2002 y posteriormente heredó a sus hijos.
La pieza, una serigrafía abstracta de la icónica Kusama —célebre por sus composiciones psicodélicas y sus redes de puntos— está valuada en 30 mil dólares y pesa 12.5 kilos. El valor declarado ante la autoridad aduanal fue de 500 mil pesos mexicanos. La investigación periodística señala que la transacción fue realizada directamente con una exclusiva galería japonesa, lo que da cuenta del poder adquisitivo del secretario de Organización de Morena, quien ha defendido públicamente la austeridad promovida por su padre.
La investigación no solo exhibe una aparente contradicción entre el discurso de la llamada “cuarta transformación” y las prácticas personales de quienes la integran, sino que también abre un debate sobre el uso de recursos, los privilegios de la nueva élite política y la transparencia patrimonial de los hijos del expresidente.
Mientras López Obrador ha señalado que sus hijos “no son corruptos” y viven de su trabajo, las compras y los vínculos empresariales de “Andy” López continúan alimentando sospechas sobre una herencia política que se asemeja, cada vez más, a los viejos modos del poder que alguna vez prometieron erradicar.