La empresa china BYD, líder mundial en vehículos eléctricos, puso en marcha una nueva planta automotriz en Brasil, reforzando su estrategia de crecimiento en el mercado latinoamericano.
El complejo industrial, ubicado en Camaçari, Bahía, fue desarrollado con una inversión que supera los mil millones de dólares y ocupa instalaciones que anteriormente pertenecieron a Ford. En su primera etapa, la planta tendrá capacidad para producir hasta 150 mil vehículos al año, con planes de ampliación a corto plazo.
La producción inició con el ensamblaje de autos eléctricos mediante kits importados, pero la compañía prevé aumentar progresivamente el contenido de partes fabricadas en el propio país. Entre los primeros modelos que se fabricarán se encuentra el Dolphin Mini, uno de los vehículos más compactos y accesibles de la marca.
Además de impulsar la adopción de tecnologías limpias, el proyecto generará miles de empleos y fortalecerá la industria automotriz local, posicionando a Brasil como un centro clave para la distribución de vehículos eléctricos en la región.
En paralelo, BYD decidió suspender temporalmente su proyecto de una planta similar en México, debido a factores relacionados con el entorno comercial y las políticas arancelarias, lo que llevó a la empresa a concentrar sus inversiones en países con mayor estabilidad para su operación.
Con esta decisión, la firma china consolida su presencia en América Latina y reafirma su compromiso con el desarrollo de una movilidad más sostenible.
