China desarrolla inmunoterapia que reactiva las defensas del cuerpo contra cánceres avanzados


China desarrolló una inmunoterapia innovadora que ha comenzado a transformar el tratamiento de distintos cánceres sólidos en etapas avanzadas. Se trata de tislelizumab, un anticuerpo monoclonal comercializado como Tevimbra, que se ha posicionado como una de las terapias más relevantes para padecimientos como el cáncer de estómago, de la unión gastroesofágica y el cáncer de esófago.

A diferencia de los tratamientos tradicionales, este medicamento no actúa atacando directamente al tumor, sino que estimula al sistema inmunológico del propio paciente para que identifique y combata las células cancerosas. Su mecanismo se basa en bloquear el receptor PD-1, una vía que muchos tumores utilizan para “apagar” las defensas del organismo y evitar ser atacados.

Al inhibir este receptor, tislelizumab permite que las células T, responsables de la defensa inmunológica, recuperen su capacidad de reconocer y destruir las células malignas. En términos médicos, el fármaco elimina el freno que impide al sistema inmune actuar contra el cáncer.

El medicamento fue desarrollado por la empresa biofarmacéutica china BeiGene y recibió su primera aprobación en China en 2019. Desde entonces, su uso se ha expandido a nivel internacional, con autorizaciones en países y regiones como la Unión Europea, Estados Unidos y Australia, consolidando su alcance global.

Ensayos clínicos han demostrado que tislelizumab mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de esófago avanzado, particularmente en aquellos que ya habían recibido tratamientos previos. También ha mostrado beneficios cuando se combina con quimioterapia en casos de cáncer gástrico y de la unión gastroesofágica, enfermedades que suelen diagnosticarse en etapas tardías.

Aunque puede provocar efectos secundarios derivados de la activación del sistema inmune, especialistas señalan que su perfil de seguridad es comparable al de otros inhibidores de PD-1 utilizados actualmente en oncología, y que estos efectos suelen ser controlables con seguimiento médico.

El desarrollo de tislelizumab representa un avance significativo tanto en el tratamiento del cáncer como en la biotecnología china, que ha incrementado su presencia en el mercado global de medicamentos oncológicos. Para los especialistas, este tipo de terapias confirma un cambio profundo en la lucha contra el cáncer: pasar de atacar únicamente al tumor a fortalecer las defensas del propio cuerpo, ofreciendo nuevas opciones a pacientes con alternativas terapéuticas limitadas.