México aprobó la imposición de aranceles de hasta 50 por ciento a productos provenientes de China, así como de otros países con los que no mantiene tratados comerciales. La decisión, respaldada por el Congreso este miércoles, se interpreta como un intento por acercar la política comercial mexicana a las exigencias de Estados Unidos, que ha presionado para reducir la entrada de mercancía china al mercado norteamericano a través del país.
Durante la mañana, la Cámara de Diputados avaló la medida, y horas después el Senado confirmó su aprobación en una sesión acelerada. El resultado fue de 76 votos a favor, cinco en contra y 35 abstenciones.
La iniciativa fue presentada en septiembre por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien se prevé firmará la legislación para que los aranceles entren en vigor en enero.
Las nuevas tarifas afectarán una amplia variedad de productos, entre ellos componentes automotrices, textiles, muebles, plásticos, acero y aluminio, sectores en los que México ha enfrentado una fuerte competencia de origen chino.
De acuerdo con autoridades mexicanas, el ajuste arancelario busca proteger a las industrias nacionales frente a prácticas comerciales desventajosas, además de atender las presiones diplomáticas y económicas provenientes de Washington.
