5 de diciembre de 2025
La semana pasada, el Fiscal General Alejandro Gertz Manero se “retiró” de sus funciones, en medio de opacidad y contubernios inconfesables.
En el contexto previo, diversas carpetas de investigación de casos importantes fueron “filtradas” a medios como Latinus o Aristegui, donde funcionarios públicos, militares y empresarios están involucrados en el llamado “huachicol fiscal”; algunas fuentes señalan que incluso los hijos del expresidente López Obrador tendrían conocimiento y participación en estos delitos.
El 19 de noviembre se dio a conocer que Raúl Rocha, empresario propietario de “Miss Universo”, se habría acogido a la figura de testigo protegido al serle filtrada una carpeta de la FGR que revelaba su participación en este delito.
Así comenzó la trama que “retiró” de sus funciones al Fiscal Gertz.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo en una mañanera que el Senado le había enviado una “carta”; mencionó que la Consejería Jurídica la estaba revisando y que al otro día informaría, lo cierto es que nunca informó, esta declaración suya hace suponer que fue un mensaje para el fiscal: había una solicitud de remoción presentada por el Senado. Es decir, por la buena o por la mala se iba a ir; parece que al final una embajada lo convenció, porque eso le garantiza seguridad, estar en la 4T y no tener represalias.
Al mismo tiempo, se citó al Pleno del Senado el día 27. Fue hasta las 7 de la noche cuando se hizo pública una misiva de Alejandro Gertz, donde solicitaba que se procesara su “retiro” para ocupar una embajada en un “país amigo”.
La realidad es que no tendría por qué el fiscal mencionar lo de la embajada; sin embargo, es evidente su desconfianza a que le cumplieran, si ya evidenció la corrupción de la 4T.
La Ley Orgánica de la Fiscalía señala que la renuncia solo procederá por causa grave, misma que será calificada por el Senado; esta disposición tiene la finalidad de que el Fiscal no pueda ser obligado a renunciar por el Presidente en turno. Que justo eso pasó.
Antes de enviar su misiva, Gertz fue obligado a nombrar Fiscal Especializada de Control Competencial a la exconsejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, para que, en su ausencia definitiva, fuera encargada de despacho. Godoy será la nueva fiscal que seguramente aprobará la mayoría oficialista.
Estos pésimos arreglos son parte del mal diseño del actual gobierno respecto a la procuración de justicia y seguridad pública: un secretario de Seguridad Pública que no tiene policía ni capacidades de investigación; una fiscalía que investiga el delito y acusa; y una Guardia Nacional adscrita a la Defensa Nacional, donde el secretario de Seguridad Pública tiene que pedir permiso para actuar.
Con estos arreglos justifican mayor “coordinación” o “subordinación”, pero, de igual forma, la justicia será selectiva; quizá los casos de huachicol se queden en la detención de funcionarios menores.
La ilusoria “autonomía” del Fiscal General de la República ha quedado sepultada. El poder absoluto es la meta de la presidenta, quien se deshace del fiscal que le impuso su antecesor.
Todo el poder al poder…
En el contexto previo, diversas carpetas de investigación de casos importantes fueron “filtradas” a medios como Latinus o Aristegui, donde funcionarios públicos, militares y empresarios están involucrados en el llamado “huachicol fiscal”; algunas fuentes señalan que incluso los hijos del expresidente López Obrador tendrían conocimiento y participación en estos delitos.
El 19 de noviembre se dio a conocer que Raúl Rocha, empresario propietario de “Miss Universo”, se habría acogido a la figura de testigo protegido al serle filtrada una carpeta de la FGR que revelaba su participación en este delito.
Así comenzó la trama que “retiró” de sus funciones al Fiscal Gertz.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo en una mañanera que el Senado le había enviado una “carta”; mencionó que la Consejería Jurídica la estaba revisando y que al otro día informaría, lo cierto es que nunca informó, esta declaración suya hace suponer que fue un mensaje para el fiscal: había una solicitud de remoción presentada por el Senado. Es decir, por la buena o por la mala se iba a ir; parece que al final una embajada lo convenció, porque eso le garantiza seguridad, estar en la 4T y no tener represalias.
Al mismo tiempo, se citó al Pleno del Senado el día 27. Fue hasta las 7 de la noche cuando se hizo pública una misiva de Alejandro Gertz, donde solicitaba que se procesara su “retiro” para ocupar una embajada en un “país amigo”.
La realidad es que no tendría por qué el fiscal mencionar lo de la embajada; sin embargo, es evidente su desconfianza a que le cumplieran, si ya evidenció la corrupción de la 4T.
La Ley Orgánica de la Fiscalía señala que la renuncia solo procederá por causa grave, misma que será calificada por el Senado; esta disposición tiene la finalidad de que el Fiscal no pueda ser obligado a renunciar por el Presidente en turno. Que justo eso pasó.
Antes de enviar su misiva, Gertz fue obligado a nombrar Fiscal Especializada de Control Competencial a la exconsejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, para que, en su ausencia definitiva, fuera encargada de despacho. Godoy será la nueva fiscal que seguramente aprobará la mayoría oficialista.
Estos pésimos arreglos son parte del mal diseño del actual gobierno respecto a la procuración de justicia y seguridad pública: un secretario de Seguridad Pública que no tiene policía ni capacidades de investigación; una fiscalía que investiga el delito y acusa; y una Guardia Nacional adscrita a la Defensa Nacional, donde el secretario de Seguridad Pública tiene que pedir permiso para actuar.
Con estos arreglos justifican mayor “coordinación” o “subordinación”, pero, de igual forma, la justicia será selectiva; quizá los casos de huachicol se queden en la detención de funcionarios menores.
La ilusoria “autonomía” del Fiscal General de la República ha quedado sepultada. El poder absoluto es la meta de la presidenta, quien se deshace del fiscal que le impuso su antecesor.
Todo el poder al poder…
