El gobierno del presidente Donald Trump implementó nuevas y severas medidas migratorias que ya comenzaron a aplicarse en Estados Unidos, tras el anuncio realizado a finales de noviembre. Entre las acciones inmediatas se encuentra la suspensión temporal de todos los procedimientos de asilo, una decisión que, de acuerdo con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), permanecerá vigente “hasta garantizar que todos los extranjeros sean investigados y verificados de la forma más exhaustiva posible”.
Además, la administración estadounidense impuso restricciones adicionales a ciudadanos de 19 países, que incluyen prohibiciones de entrada y la cancelación de cualquier trámite de inmigración o naturalización. También quedaron suspendidas las solicitudes para obtener la Green Card —el permiso de residencia permanente— para personas provenientes de dichas nacionalidades.
Joseph Edlow, director del USCIS, ordenó también la revisión completa de las tarjetas de residencia otorgadas con anterioridad a ciudadanos de esos mismos países, lo que podría derivar en cancelaciones o procesos legales adicionales.
El origen de las nuevas medidas
Las medidas surgieron tras el ataque contra dos guardias nacionales en Washington, ocurrido el pasado 26 de noviembre de 2025. Las víctimas recibieron disparos que dejaron a ambos gravemente heridos; uno de ellos falleció posteriormente. El presunto responsable, un hombre afgano de 29 años, fue detenido y acusado de asesinato.
Según reportes, el sospechoso ingresó a Estados Unidos en 2021 y habría trabajado previamente para la CIA y otras agencias estadounidenses en Afganistán. Aunque Trump afirmó que el agresor “entró sin ser investigado” durante la administración anterior, el propio Departamento de Justicia contradijo esa afirmación al señalar que el hombre fue sometido a un exhaustivo proceso de verificación por parte del Departamento de Seguridad Nacional y el FBI.
