Por Julio Gálvez Bautista
Twitter: @juliogalvezb
No solo es triste, sino preocupante la forma en la que
han actuado nuestras instituciones públicas en los últimos meses, nuestros gobernantes,
bajo la sombra de la legalidad han logrado retener el poder a costa de su degradación. Es una pena en lo que se han
convertido nuestros organismos encargados del control democrático, de haber
alcanzado un grado importante de autonomía con las reformas constitucionales de
1994, pasaron a convertirse en instrumentos de simulación política.
México, se encuentra atrapado por una red de corrupción
que inhibe un ambiente equitativo de competencia en todos los sectores de la
sociedad. Las instituciones en lugar de actuar conforme a lo establecido por la
Constitución, son operadas por gobernantes corruptos que solo buscan salvaguardar los intereses económicos de nuestra
clase política. En nuestro país todo esta diseñado para perpetuar en el poder a
los mismos políticos siempre.
Hoy en día, las instituciones mexicanas gozan de una
calidad moral que en algunos casos está muy por debajo de lo que tienen que soportar ciertos países africanos. En México
las instituciones simplemente no garantizan los derechos fundamentales de los
ciudadanos, tienen que pagar facturas políticas con la finalidad de evitar un
estallido social en contra de los detentadores del poder.
Con el cambio
democrático que vivimos los mexicanos en el año 2000, el poder que recaía en la
figura presidencial se fragmento y el factor democrático se hizo presente en la
vida institucional. Hoy en día, con el regreso del PRI, estamos muy alejados de
contar con un Estado democrático constitucional de derecho, ya que como en la
edad media, aunque nuestra Constitución diga lo contrario, en realidad carecemos de una separación de poderes, el Presidente funge como legislador
y juzgador al mismo tiempo.
En efecto, el caso Monex, el
caso Moreira, las detenciones ilegales ocurridas el 1 de diciembre durante la
toma de protesta de Enrique Peña Nieto, evidencian que en México, la política
se encuentra por encima de la justicia, ya que a pesar de que dentro de los
procesos judiciales existan pruebas contundentes, los órganos encargados de
administrarla prefieren analizar las formas en lugar del fondo de los asuntos. En
pocas palabras, las instituciones en nuestro país solo sirven para servirle a
los políticos.
Las irregularidades del IFE dentro del caso Monex, al absolver al PRI de cualquier responsabilidad respecto a los gastos de campaña de Enrique Peña Nieto, evidencian que las instituciones mexicanas se
encuentran en estado crítico y estas pueden ser ventiladas ante organismos
internacionales de protección de los derechos humanos. Es inaceptable que como
ciudadanos sigamos permitiendo que nuestros entes públicos solo esten diseñados para simular legalidad,
debemos darnos cuenta que inconscientemente le estamos heredando a las próximas
generaciones un país que solo sale adelante por medio de trampas; un país en
donde la corrupción se ha convertido en un forma de vida.
La democracia no
contempla solamente el derecho a votar y a ser votado, sino que también la
forma como debe limitarse el poder, los ciudadanos tenemos derecho a que exista
dentro del Estado una separación real de los poderes públicos y fácticos. Si
las instituciones encargadas del control democrático, no funcionan
correctamente, entonces nos encontramos ante de un estado autoritario
estructurado de forma similar a los estados medievales monárquicos. Nada más
para que se pueda valorar lo grave de la situación, el artículo 16 de la
“declaración de los derechos del hombre y del ciudadano” de 1789, establece que
“toda sociedad en la cual no esté asegurada la garantía de los derechos ni
garantizada la separación de poderes, carece de constitución”.
Por Julio Alejandro Gálvez Bautista, Especialista en Derecho Civil, Maestro en Derecho Procesal Constitucional y Candidato a Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana; ha enfocado su trabajo en temas sobre Derecho Constitucional, Derechos Humanos, Derechos Sociales, Derecho a la Información y Reforma Gubernamental.