¿QUÉ NOS DEPARA EL 2014?

Editorial

Se fue el 2013, ocurrieron hechos extraordinarios, sin embargo, aunque los medios de paga señalan que no hubo crisis, la realidad es que el PRI tuvo un pésimo inicio de sexenio: En materia de seguridad el país no tiene rumbo; en materia educación, la reforma educativa no ha servido de nada, por ningún lado se ve un aumento del nivel educativo; en materia de empleo, cada día existen más desempleados, la reforma laboral fue una fantasía;  en materia del campo, parece que las tierras mexicanas fueron azotadas por una bomba nuclear; en materia económica, a los ciudadanos de a pie ya no les alcanza ni para comer, el poder adquisitivo de la gente está por los suelos y; en materia energética, simplemente ya no le queda nada a la nación, somos dueños de un pedazo de tierra hueca, porque todas las riquezas del subsuelo le pertenecen a los extranjeros.

Ante el panorama de vivimos en la actualidad, resulta preguntarnos ¿Para qué sirvieron las reformas? Evidentemente para nada, seguimos igual o peor, vivimos en un país con miles de muertos, la dictadura perfecta ha vuelto: corrupción, nepotismo, influyentismo, crisis económica, distractores, pobreza y narcotráfico enmascarado. Lamentablemente “los privilegiados” cada día se hacen más ricos y poderosos, mientras el pueblo sólo percibe que los impuestos suben, los trámites en las presidencias municipales son más engorrosos, la canasta básica está por las nubes y los mismos de siempre nos siguen gobernando por medio de apariencias.

En 2013 deberán haber cambios urgentes, sobre todo para combatir la pobreza, la clase política debe entender que la gente está cansada del PRI y más ahora que no le ha resultado nada. Aunque las instituciones y Televisa digan que vivimos en el mundo de las maravillas, a la gente ya no se le engaña tan fácil, las redes sociales y las nuevas tecnologías le han abierto la mente a la ciudadanía. El Revolucionario Institucional debe renovarse, dejar la demagogia, ser incluyente y regresar a las políticas sociales, ya que construyeron una presidencia de la república de pose, repleta de funcionarios huecos, sin preparación y sin capacidad.

Peña Nieto, deberá cumplir sus promesas, porque de otra forma, si de por si la gente no lo quiere, se va a echar encima a toda la nación y el efecto rebote se reflejará en las elecciones de 2015, ya que no habrá forma de tapar a través de las instituciones electorales el fraude del PRI. 

El gobierno no puede mentirnos, hay alarma social, México está al borde de que estalle una revolución, los grupos de auto defensa están preparados para la guerrilla, sino es que esta ya inició. La clase política debe reaccionar, en las filas del PRI no hay el suficiente talento para revertir las cosas, México ya no es el mismo de la época de Díaz Ordaz, los que dirigen este país tienen que aprender a ver esta nueva realidad, nuestra nación está cambiando de paradigmas y el estereotipo de gobernante que hoy tenemos ya no funciona.