DERECHO A LA VERDAD

Por el Magistrado Jorge Antonio Torres Regnier, Presidente de la Segunda Sala Civil y Familiar del H. Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo.

Leyendo a nuestro amigo Enrique Carpizo acerca del control constitucional y convencional frente a la actividad protectora de los derechos humanos, me topé en la parte introductoria de su trabajo escrito con la recomendación que le hizo su tío Jorge Carpizo, al decirle: “nunca te detengas si demostrar la verdad y hacer el bien se trata”.

Lo cual me indujo a reflexionar sobre el tema de la verdad, considerado como derecho humano. Por lo que seguidamente encontré un documento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos titulado “Derecho a la Verdad en América”.

De este documento que desarrolla entre otros temas: Importancia del Derecho a la Verdad (página 19), Obligación de Investigar y Sancionar a los Responsables (página 28), Obligación de Establecer la Verdad de lo Sucedido (página 29), Derecho de Acceso a la Información (página 50), Derecho a la Verdad como Medida de Reparación (página 57) y Comisiones de la Verdad (página 84), entre otros.

En nuestro país a partir del año 2011, se da la importante reforma constitucional del 10 de junio de ese año, con lo cual se permite aplicar instrumentos internacionales, inaplicando disposiciones normativas secundarias cuando estas atenten en contra de los derechos humanos o cuando aquellos instrumentos internacionales contengan una norma que proteja con mayor amplitud a las personas; esto se conoce como convencionalidad o control difuso de convencionalidad.

Este control difuso de convencionalidad es ahora una facultad que tenemos “todas las autoridades” para declarar inconvencional cualquier norma que no proteja con tanta amplitud como lo hace un instrumento internacional. Y me llama la atención, que la verdad, como tal, sea considerada como derecho humano, analizada así por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Lo que me hizo reflexionar sobre temas acerca de ¿qué es la verdad? Y, ¿cómo la labor periodística puede obtener la verdad para que en ejercicio de esta noble profesión se cumpla con este orden de ideas del derecho del pueblo para saber la verdad?.

Hoy día, ante este mundo convulso donde es común escuchar y leer los lamentables sucesos mundiales acerca de las muertes de tanto insigne periodista que por su perseverancia al descubrir la verdad les han truncado su vida. Es obvio entonces, que la exposición de la verdad no sólo incomoda, sino que provoca el máximo horror y coraje de sus autores que mandan cegar la vida de aquellos que la descubren. Es así, que la actividad periodística sigue una línea de riesgo para ejercer ese derecho a la verdad a costa del valor humano más importante, como es la vida.

“Decir de lo que es, que no es, o de lo que no es, que es, es falso; por el contrario, decir de lo que es, que es, y de lo que no es, que no es, es verdadero”, según Aristóteles; nos marca la pauta del compromiso que tienen los medios de comunicación para dar a conocer las verdades que se generan en el mundo, sin adjetivos, sin matices, sin intenciones de manipulación social o de grupo; es parte de la acción periodística. Es por eso que los periodistas tienen muy en cuenta lo que alguna vez le preguntaron al gran Aristóteles: ¿qué se gana con la mentira?, que no te crean cuando dices la verdad. Respondió el filósofo. Y es este compromiso que el periódico El Nuevo Gráfico ha tenido en cuenta siempre y por lo mismo cumple un aniversario más en esa gran responsabilidad de informar la verdad con todos los riesgos que conlleva. Muchísimas felicidades.