SALE DON BELTRONE Y LLEGA DON NADIE AL PRI


Por Jorge Montejo.

Enrique Ochoa Reza será electo hoy en la Ciudad de México como nuevo presidente nacional del PRI, en sustitución de Manlio Fabio Beltrones. Es un desconocido, un tecnócrata, un Nacido para perder pues está puesto allí para que acabe de hundir a ese partido, pero eso sí, llevándose a Andrés Manuel López Obrador al abismo de la derrota. 

En efecto, la sucesión priísta no se trata de una transición sino de supervivencia, como lo ha venido haciendo el PAN y el PRI durante tres sexenios.

Según la historia, Peña Nieto ayudó a Calderón a ganar la Presidencia de la República en 2005, con tal de impedir que López Obrador llegara a Los Pinos.

En 2012, Calderón habría ayudado a Peña Nieto a ganar la Presidencia de la República, también para cerrarle el paso a López Obrador.

Y en 2018, Peña Nieto volvería a operar para que la esposa de Calderón, Margarita Zavala, gane la Presidencia de la República, otra vez para darle al rayito de esperanza con la puerta de Los Pinos en las narices.

Los hechos avalan a los periodistas, dijo alguna vez Julio Scherer. Y los hechos actuales son que el PRI de Peña Nieto perdió en las urnas bajo intenso sospechosismo, el domingo 5 de junio, el dominio sobre siete entidades federativas, que serán “cajas chicas” para financiar a Zavala en 2018.

Y ahora, Peña Nieto pone en el PRI a un don nadie, para que acate las instrucciones de fingir una campaña presidencial, tipo Zedillo Ponce de León con Francisco Labastida Ochoa, en la sucesión del año 2000.