¡OMAR FAYAD TIENE EL CAMINO LIBRE!


Por Jorge Montejo.

La sucesión presidencial ya está definida en Los Pinos, la maquinaria ya se encuentra trabajando a todo vapor para el elegido del Presidente, sólo es cuestión de tiempo para que formalmente conozcamos el nombre del ungido y el reality show comience. 

Ahora bien, independientemente de la apertura que autorizó el PRI hacia los "ciudadanos-simpatizantes", la designación del candidato para el 2018 vendrá al mero estilo tricolor: por dedazo presidencial. En esta ocasión, a diferencia de los últimos dos sexenios, el PRI se encuentra en Los Pinos, y el Presidente junto con sus allegados señalarán al afortunado.

Sin embargo, a 9 meses de la elección, esa gran decisión no podrá ser tomada por simple lealtad, capricho, estima o visión compartida, sino que tendrá que tomarla acotado, muy acotado por la inconformidad social y el crecimiento de López Obrador. 

Será una decisión cerrada por otros factores de poder internos y externos, así como por las posibilidades reales de triunfo de los aspirantes conforme se acerquen los plazos fatales, por el nivel de aceptación hacia el interior del partido que pueda tener el ungido y por la armonización de intereses al exterior del mismo. 

Ante este panorama, diversos analistas consideran que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha perdido demasiado terreno en la lucha por la silla presidencial ya que a este se le ve distante del Presidente Peña al interior del Gobierno, tan es así que el propio secretario declaró públicamente que él será "factor de unidad" al interior del PRI, cuando a través de su partido el PES este haciendo lo contrario. 

Tan se sabe quién será el candidato presidencial que varios funcionarios federales hidalguenses ya comienzan a buscar las diputaciones federales y senadurias, otros buscarán tirar algunos secretarios del gobierno de Omar Fayad, porque Peña ya lo decidió... el tricolor competirá con el candidato menos re-quemado, uno que es ciudadano y que se lleva bien con el PRI y el PAN. 

Ante este panorama, Omar Fayad tendrá el camino libre por lo que resta de su sexenio para empoderarse y podrá acordar con el próximo presidente –sin presión alguna– a su sucesor, ya que la aventura del grupo Hidalgo por la silla presidencial dejará automáticamente en la congeladora a muchos políticos.

Al más viejo estilo del PRI, los que se movieron antes de tiempo no saldrán en la foto y todo dependerá de las alianzas que genere Omar Fayad, incluso con grupos ajenos al PRI y hasta con  la oposición la cual puede darle más legitimación al gobernador. 

Los que saben de política (porque en este semanario que cumplirá 60 años no sabemos de eso), rumoran que "Fayad tiene la mesa puesta", es el momento como lo dijo el Presidente de llamar a la unidad entre grupos priístas y más aún entre grupos no priístas. Es el tiempo preciso para unir las fracturas que los osoristas y olveristas le heredaron al Gobernador de Hidalgo (hasta con el grupo universidad que puede ser un aliado), por eso insistimos, se le debe abrir paso a la ciudadanía al interior de su gobierno en congruencia con la reingenieria emprendida y en congruencia con la unidad que pide Peña Nieto. 

Por las candidaturas a diputados federales y senadores, eso no debe preocuparle a Fayad, es una elección intermedia y quizás haya efecto López Obrador para algunos...