A unas horas antes de que a AMLO le entreguen la constancia de mayoría que lo acreditará como Presidente electo de México, Elba Esther Gordillo, fue absuelta de los cargos de lavado de dinero y delincuencia organizada, el Primer Tribunal Unitario del Primer Circuito entregó a las 23:30 horas del martes la notificación de absolución de la ex lideresa del SNTE.
Quienes piensen que la maestra Elba Esther Gordillo es un cadáver político, están muy equivocados. Ella vuelve y viene con fuerza. El movimiento en su departamento de Polanco no es normal, es ahí donde se parte el queso. El cerebro donde surge la idea de renovación o refundación del SNTE sale de ahí. La victoria de Andrés Manuel López Obrador es el mejor escenario que la Maestra pudo desear. Muchos analistas y opinadores de la política mexicana aseguran que se prepara para arrebatarle el control del SNTE a su pupilo Juan Díaz de la Torre.
Para empezar, María Sanjuana Cerda Franco, exintegrante del Colegiado de Administración y Finanzas del SNTE y su principal asesora en materia financiera, ha justificado los desvíos en el sindicato en beneficio de su lideresa, porque dice que el sindicato autorizó cada peso: «No existe ninguna (disposición estatutaria) que lo impida y por lo tanto está permitido como una práctica para hacer pagos», dijo ante el Juez.
La maestra Gordillo aún tiene fresco en su memoria el trato humillante que le dio Aurelio Nuño Mayer, obligándola a rendirse ante el presidente Enrique Peña Nieto. Tanto así que el propio Osorio Chong le dijo que no era la forma de tratar a una dama. Y es que en el mundo de la política hay tiempo de echar cuetes y tiempo de recoger las varillas. Para la Maestra, estos son tiempos de celebrar. Que no nos extrañe que después del primero de diciembre, la maestra Gordillo recupere el control total del SNTE.
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