Por Omar Morales.
Desde la semana pasada, cuando la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) informó de los más de 300 mil despidos durante el mes de marzo y abril, los pronósticos en el aumento de desempleo muestran escenarios poco alentadores para los trabajadores.
Los empresarios empiezan a dar cifras y afirman que, si el Producto Interno Bruto (PIB) cae un 11%, podrían ser despedidos del 7 al 10% de los 20 millones de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por lo que la cifra de trabajadores despedidos afiliados a esta institución rondaría entre 1.1 y 2 millones.
Este pronóstico apunta más alto que el de la semana anterior, cuando se estimaba que podrían ser cerca de 900 mil despidos para finales de abril.
Por su parte, se prevé que la tasa de desempleo alcance el 8%.
Estos datos en el desempleo expresan un escenario que supera a la crisis de 1994, que arrojó a poco más de 611 mil trabajadores al desempleo, y la crisis del 2008, con cerca de 200 mil trabajadores despedidos afiliados al IMSS.
Un pronóstico general podría ser el presentado recientemente por el Fondo Monetario Internacional donde se espera que México tenga una caída en su PIB del 6.6% y la tasa de desempleo alcance el 3.5%.
Constantemente los empresarios y sus especialistas invocan otros momentos históricos para hablar de la profundidad de la actual crisis. Mencionan la caída del PIB y lo “terrible” de los despidos. Sin embargo, para ellos lo terrible son los datos “macroeconómicos” y como pueden afectar sus negocios. Así justifican despidos y recortes salariales.
El anuncio de la semana pasada por parte de la titular de la STyPS, Luisa María Alcalde, de los más de 300 mil despidos, dejó de lado la cantidad de trabajadores informales y precarizados que no están registrados ante el IMSS. Y por la otra, aunque supuso una crítica a los empresarios que despiden -mientras se aplaude a los “buenos patrones” como Slim y otros- no está acompañada de ninguna medida enérgica para prohibir los despidos y las suspensiones con reducción salarial.
Medidas urgentes para defender a los trabajadores y sus familias
Ahora, desde distintos medios de comunicación, se habla de las medidas que los empresarios tienen que tomar en el actual momento de crisis económica, intentando instalar que los despidos y recortes salariales son algo natural e inherente a la situación. Hablan de las medidas que habrá que tomar después de la crisis sanitaria, las cuales implicarán mayor ajuste y precarización laboral.
A pocos días de que entre la fase 3 del Covid-19 los trabajadores no ven como normal los despidos y los recortes salariales. Para quienes están afiliados al IMSS, no solo implica perder su fuente de empleo sino su acceso a la salud.
Por eso, es importante exigir la reinstalación de todos los trabajadores despedidos y poner un alto a los recortes salariales con un decreto o ley que prohíba los despidos y otorgue licencias al 100% del salario.También es necesario un sistema de salud centralizado por el Estado a cargo de sus trabajadores, para que todos tengan acceso a los servicios de salud de manera gratuita, y nacionalizar los hospitales y laboratorios privados para ponerlos al servicio del combate a la pandemia.
Son los trabajadores quienes tienen que exigir la apertura de los libros de contabilidad de los empresarios para desenmascarar que no están perdiendo sus ganancias, sino que quieren preservarlas. Basta de que los empresarios busquen preservar sus ganancias a costa del despido de miles de trabajadores.
Ante cualquier despido o suspensión con reducción salarial, hay que expropiar esas empresas sin indemnización y bajo control de las y los trabajadores.
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