La ruta del Tren Maya, una realidad hacia 2024.


Michel Gálvez | Finanzas 📈

La obra de infraestructura del Tren Maya, de la presente administración consta de 1,460 km de vía, dividida en siete tramos con 19 estaciones, que se pretenden construir en cuatro años e iniciar su operación en 2024. La mayoría de las estaciones y desarrollos colaterales se llevarán a cabo a partir de contratos de inversión mixta con privados. Con pleno apego a la ley y al Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, se emprendió un proceso de consulta libre, previa e informada con todas las comunidades que se involucran en el proyecto.

De acuerdo a Alejandro Varela, Director Jurídico del FONATOUR, encargado de la construcción del Tren Maya, los asesores principales del proyecto son el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma de México y la Universidad Autónoma Metropolitana. También se asesoraron de agencias internacionales como la UNESCO, para la protección del patrimonio cultural, la UNOPS, para una formalización y adecuado lanzamiento humanitario de las licitaciones y ONU-HABITAT, para el desarrollo integral territorial y urbano de la zona sureste del país. En los conceptos técnicos y jurídicos, se apoyaron de las firmas globales como Steer Davies, quien elaboró el plan maestro del proyecto, mientras que el análisis del costo-beneficio lo elaboró PricewaterhouseCoopers (PwC).

El proyecto consta de 7 tramos, en donde proponen un reordenamiento territorial para permitir que el crecimiento de las zonas urbanas vayan conforme al diseño de largo plazo con el que ya se cuenta. Se propone un reordenamiento de condiciones hidráulicas, masas vegetales y zonas principales. La estación de Palenque será el eje principal de este reordenamiento urbano. Cada estación se diseña conforme a las necesidades culturales, sociales y económicas de cada lugar, con la finalidad de aminorar los impactos ambientales.

Durante 2019, sostuvieron más de 30 asambleas indígenas con 10,300 personas, que eran las autoridades legítimas de las comunidades indígenas y consejos autóctonos de la región. Todas las asambleas fueron traducidas a las lenguas por especialistas certificados y se utilizaron traductores de la zona, o miembros de la comunidad, para asegurarse que fuera culturalmente adecuado. Tuvieron más de 1,078 comunidades o más del 74% de las comunidades de la región, donde por unanimidad se obtuvo la aceptación del proyecto. Se establecieron compromisos con la responsabilidad de que fuera un dialogo permanente mientras se ejecuta el proyecto. Algunos medios de comunicación señalan que las comunidades indígenas se están oponiendo al proyecto, sin embargo, el FONATUR señaló que las agrupaciones inconformes no tienen su sede en la región y tampoco son representantes de las comunidades regionales. Ninguno participó en las asambleas porque no son parte de la comunidad. El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) estuvo presente junto con observadores nacionales e internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en donde se tiene arriba del 70% de participación de dichas comunidades. La administración comentó que nunca se había hecho un ejercicio con tanta participación de pueblos originarios en el mundo. Hoy se mantiene el dialogo permanente para tutelar la inclusión social, el desarrollo sustentable y el respeto cultural e histórico.

Los aspectos más importantes de la obra del Tren Maya son los siguientes: 

- Presupuesto asignado y asegurado de $150,000 mdp.

- Dividido en 7 tramos, con 19 estaciones y un total de 1,460 km de vía.

- El tren cruza los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en los que tendrá un impacto positivo para más de 12.1 millones de personas.

- El desarrollo de infraestructura por conectividad detona indicadores de prosperidad en un 40%.

- Tramos 6 y 7 se construirán en una segunda fase, dado que estudios técnicos requieren mayor profundidad de impacto ambiental. Estos tramos se licitan hasta 2021 y se empiezan a construir en 2023 para revertir el daño ecológico.

- Se consideran dos tipos de trenes, de carga y de pasajeros. Trenes con velocidad tope de 120 km/hr para carga y de 160 km/hr para pasajeros.

- Migración del Jaguar se vio impactada con carretera de 60 años de antigüedad que cruza la Reserva de la Biosfera de Calakmul y la Reserva Balamkú. Plantean aprovechar el proyecto para recuperar el equilibrio biológico de la reserva. Los puentes de fauna deben estudiarse e identificar la migración de especies.

-El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) estuvo presente junto con observadores nacionales e internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en donde se tiene arriba del 70% de participación de dichas comunidades; de los más altos del mundo.

- Alineado al tipo de proyecto, no se busca una rentabilidad económica en el tren de pasajeros, al mantener un enfoque social, será subsidiado por el Gobierno Federal. El transporte turístico y el transporte de carga serán la parte más interesante en cuanto a rentabilidad.