Omar Fayad, la otra cara del discurso.



Una vez más, el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador visita el estado de Hidalgo, lo hace por segunda ocasión en lo que va del año. Lo recibirá en uno de los últimos bastiones del priísmo, nuevamente, el gobernador emanado de ese partido Omar Fayad Meneses, quien ha dejado dicho en el discurso la voluntad de asumir el compromiso emanado de la cuarta transformación, pero que en los hechos deja mucho que desear.

¿Con qué discurso se presentará Fayad esta vez ante el presidente? Hay que recordar que en el 2018, llamó descerebrados a los que pensaban votar por el entonces candidato presidencial por la alianza "juntos haremos historia", lo hacía mientras pedía el apoyo para José Antonio Meade a quien los números no favorecían y con quien Fayad no solamente compartía los colores sino la esencia misma del partido tricolor. Hay que tener en cuenta, que en las visitas pasadas, ha habido una gran movilización por parte de los subordinados del gobernador para intentar opacar las voces que rechazan las formas en que se ha llevado la política en nuestro estado. Por eso es importante prestar atención a lo no dicho por Fayad durante su discurso, no vaya a ser nuevamente que entre líneas vaya a ofender al pueblo hidalguense.

Omar Fayad está en campaña, por más que intente negarlo, está en campaña por el partido que lo vio nacer políticamente, aunque por la boca se ponga a la entera disposición de las medidas impulsadas por el gobierno de la cuarta transformación, es un hecho que en las acciones busca mantener el control total del pri en uno de los estados donde nunca ha habido alternancia y en el que todos los hilos se mueven desde el cuarto piso de las oficinas de la plaza Juárez. Quedar bien con el presidente en sus visitas es un intento por buscar simpatías entre el obradorismo, pero no lo ha logrado y no se ve por donde pueda hacerlo, sin embargo, no cesa en sus intentos.

Esta búsqueda incesante de congratularse con el presidente lo pone en una posición incómoda, sabe que representa el anacronismo político del pri que ya no encuentra lugar ante una sociedad no descerebrada como él lo piensa, sino en una sociedad que ya no ve en el priísmo una opción.

El doble discurso de Fayad entonces se vuelve su postura rumbo a los procesos electorales venideros en el estado, la importancia del acercamiento con Andrés Manuel es directamente proporcional a sus intereses político/electorales, pero sus propias palabras lo persiguen, lo muestran en su verdadera dimensión y los hechos lo puntualizan. No hay duda la dirección que ha tomado el gobernador, cercano al presidente pero alejado a lo que representa.

Estamos en la antesala del cambio en el estado, de la posibilidad democrática de transformar por primera vez la forma de ejercer la política teniendo como base a los y las hidalguense y alejada por completo del régimen de privilegios que representa Omar Fayad y el priísmo anacrónico.