China responde a Trump con aranceles a productos agrícolas de EE.UU.



Alonso Quijano

Pekín ha contraatacado en la guerra comercial con Washington. El gobierno chino anunció este martes la imposición de aranceles adicionales de entre 10% y 15% a diversas importaciones alimentarias procedentes de Estados Unidos, en respuesta a la reciente escalada de tarifas impuesta por la administración de Donald Trump.

Según el comunicado del Ministerio de Finanzas chino, los nuevos gravámenes afectarán principalmente a productos agrícolas clave para el comercio bilateral. Se aplicará un arancel del 15% al trigo, el maíz, el algodón y el pollo, mientras que el sorgo, la soja, el cerdo, la ternera, los productos acuáticos, las frutas, las verduras y los lácteos enfrentarán una tarifa adicional del 10%.

Esta decisión se produce luego de que el lunes el presidente Trump firmara una orden ejecutiva para incrementar del 10% al 20% los aranceles sobre productos chinos, endureciendo así las medidas comerciales que ya estaban en vigor. Pekín, por su parte, no tardó en reaccionar y condenó la decisión de Washington, calificándola de "imposición unilateral de aranceles" que pone en peligro la estabilidad del comercio global.

“El aumento de tarifas por parte de Estados Unidos agrava el lastre en empresas y consumidores estadounidenses y socava los fundamentos de la cooperación económica y comercial entre ambos países”, señaló el Ministerio de Finanzas chino. Además, el Ministerio de Comercio anunció que China presentará una denuncia formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en respuesta a esta nueva escalada de tensiones.

El conflicto comercial entre las dos mayores economías del mundo, que se ha prolongado por años con episodios de tregua y recrudecimiento, vuelve a encender alarmas en los mercados. Las represalias de China afectan a sectores agrícolas clave en Estados Unidos, particularmente en regiones donde Trump cuenta con un fuerte apoyo político. La soja, el maíz y la carne de cerdo han sido objetivos recurrentes de Pekín en rondas previas de represalias, lo que refleja su intención de golpear donde más duele: en la base electoral del expresidente.

A medida que la disputa se intensifica, analistas advierten que la incertidumbre podría afectar el comercio internacional y la estabilidad de los precios de los alimentos. Mientras tanto, China y Estados Unidos parecen dirigirse a una nueva etapa de confrontación, sin señales claras de una solución a corto plazo.