La implosión de los chapulines en Morena



#OpiniónPolítica | Jorge Montejo

17/06/25

Quién iba a imaginar que la cuarta transformación terminaría convertida en la gran piñata nacional… pero no de dulces, sino de chapulines. Morena, ese partido que prometía regenerar la vida pública, hoy se asoma al abismo de una debacle acelerada, cortesía de sus flamantes fichajes expriístas. Sí, los mismos de siempre, esos maestros de las artes oscuras del tricolor, que primero fingieron arrepentimiento, luego abrazaron la causa guinda y, apenas tocaron la silla, desempolvaron sus viejas mañas. El resultado: una implosión más que anunciada.

Se sabía que si llenabas tu casa de priístas reciclados, tarde o temprano te ibas a quedar sin paredes. Morena se vendió como la esperanza, pero resultó ser el after del PRI: mismo playlist, mismos DJ’s, pero ahora con playera guinda. Las tribus originales, esas que al menos fingían un decoro ético, fueron desplazadas por la manada de chapulines dispuestos a todo… menos a transformarse. El ADN tricolor, ese que ni los memes logran borrar, se impuso sin anestesia.

La ironía es brutal: Morena cayó exactamente en lo que tanto criticó, sólo que a una velocidad récord. Cada vez que en la mañanera se lanzaba un “ya no somos iguales”, en el fondo, un exgobernador priísta soltaba una carcajada. La lista de “convertidos” es larga: de exprocuradores a exlíderes sindicales, de caciques municipales a estatales.

Y como si no fuera suficiente, hay un pequeño detalle del que nadie quiere hablar en voz alta: AMLO pactó con el PRI, con EPN, y ahora debe regresar el poder… y ese pacto, por supuesto, perjudica a Sheinbaum. Porque mientras los acuerdos se cocinan en la penumbra, la 4T va cediendo terreno y credibilidad a paso veloz. El “cambio verdadero” ahora parece un trueque: te presto el gobierno, me prestas impunidad, y el pueblo que aplauda.

La guinda del pastel (sí, literal) es ver cómo, día tras día, salen a la luz más tramas de traición y de traiciones entre traidores. Ya nadie sabe quién es el verdadero morenista: ¿el que llegó primero o el que brincó después? Mientras, el electorado asiste, estupefacto, a la versión mexicana de Juego de Tronos, con menos dragones pero igual cantidad de traidores.

Así que, si usted pensó que la 4T era el futuro, vaya preparándose: lo que estamos presenciando es el regreso, en versión remix, del viejo sistema. El mismo PRI de siempre, pero con TikTok, con mañanera y con mucho, mucho cinismo.

Y por si alguien pregunta, no, AMLO nunca se enteró. 😂😂😂